martes, 26 de febrero de 2013

Un autor... y una frase (8)


"Un libro tiene que ser un hacha que rompa el mar de hielo que llevamos dentro."
                                                                                       Franz Kafka


lunes, 25 de febrero de 2013

'Soldados de Salamina', de Javier Cercas

¡Hola, amig@s!

Nada más acabé el último capítulo, magnífico capítulo, y cerré Soldados de Salamina me asaltaron dos preguntas, una inmediatamente después de la otra. La primera fue, ¿pero cómo no he leído este libro antes?, y la segunda, ¿qué hay de verdad y qué de mentira en lo que acabo de leer?

La primera pregunta no es realmente tal sino más bien un reproche a mí misma por haber postergado durante tanto tiempo esta lectura. He de decir en mi defensa que la Guerra Civil española no es un telón de fondo particularmente atractivo para mí. Y además, añadiré que leer sobre un episodio en la vida de un tal Sánchez Mazas, del que apenas sabía algo de su filiación a la Falange, tampoco me interesaba mucho a pesar de las buenas críticas que la novela había recibido. Por suerte, para esta Semana antibelicista estuve buscando por casa libros todavía por leer de esta temática y di con esta novela. Y digo por suerte porque Soldados de Salamina es una novela memorable. 

En cuanto a la segunda pregunta, he de reconocer que tengo la impresión de que Cercas me ha colado más de un gol y que situaciones que he tomado por reales sean fruto enteramente de su imaginación. Pero éste es uno de los  aspectos más atractivos de la novela, a mi modo de ver, ese juego constante entre realidad y ficción, entre verdad y mentira.
 
Javier Cercas (Cáceres, 1962)
Comienza esta dualidad con los dos Javier Cercas: el Javier Cercas narrador y el Javier Cercas personaje, un periodista y frustrado novelista a la búsqueda de una buena historia. Lo mismo sucede con otros personajes reales que pululan por la novela, como Bolaño por ejemplo. Esta estrategia me parece muy interesante y hace del libro no una novela al uso sino que lo convierte en lo que en inglés se denomina Faction, esto es fact + fiction (hechos y ficción). 

Y este salto de realidad a ficción  culmina en el último capítulo- el libro está dividido en tres: Los amigos del bosque, Soldados de Salamina y Encuentro en Stockhon- con la aparición de Miralles, un personaje imaginario- siguiendo el consejo de Bolaño- con el que se cierra esta historia.

¿Y cuál es la historia? La de Rafael Sánchez Mazas, ideólogo de la Falange, que logra, casi al final de la guerra, huir de un fusilamiento colectivo en Barcelona, que escapa al monte en donde un miliciano da con él y, como Sánchez Ferlosio, su hijo y autor de El Jarama, cuenta...
"Uno de ellos lo descubrió al fin. Lo miró a los ojos. Luego gritó a sus compañeros: ¡Por aquí no hay nadie!" 
Tan sencillo como eso. El enemigo republicano le perdona la vida... Más tarde además de otros auxilios contará con la compañía de tres republicanos a los que prometerá escribir un libro con ellos de protagonistas que titulará Soldados  de Salamina. Y sigue la biografía de Sánchez Mazas...

Finalmente Cercas personaje da por concluido el libro, tras intensa investigación, pero no está satisfecho. Tiene la sensación de que falta algo esencial, pero ¿qué? La respuesta llegará en una conversación con Bolaño en su faceta de periodista en la que surge el nombre de Millares, antiguo conocido de Bolaño y ahora anciano en un geriátrico de Dijon. ¿Será él el anónimo ángel de la guarda de Sánchez Mazas? ¿Será él el héroe de la historia? Pero la respuesta ni es tan falcil de encontrar y ni tan sencilla como un o un no.   
"(el héroe es) alguien que tiene el coraje y el instinto de la virtud, y por eso no se equivoca nunca, o por lo menos no se equivoca en el único momento en que importa no equivocarse, y por lo tanto no puede no ser un héroe."
Soldados de Salamina es una novela sobre la construcción de una novela y es, sobre todo, un homenaje, un homenaje a los miles de héroes anónimos, a los Caídos sin monumento, y a la inesperada piedad que surge en un instante, al humanismo que se esconde detrás del uniforme sea cual sea su color, detrás de cada hombre.

Soldados de Salamina me ha impactado y me ha emocionado. Magnífica.

Marcapáginas 192

sábado, 23 de febrero de 2013

'Bravo Tango Siete. El contratista', de David Yagüe


¡Hola, amig@s!

Seguimos con nuestra Semana antibelicista... La guerra de Irak fue nuestro escenario de fondo en Invasor, de Fernando Marías. Con The red badge of courage, de Stephen Crane, retrocedimos hasta la guerra de secesión americana. Y ahora con Bravo Tango Siete. El contratista, de David Yagüe, regresamos a Irak
"El Humvee que circulaba delante se convirtió, por un segundo, en un bola de fuego. Tras la brutal explosión, ennegrecido y en llamas el vehículo siguió avanzando agónicamente por la carretera."
El secuestro en Basora de un contratista de seguridad americano, Carl Robson,- un mercenario- por un grupo de insurgentes iraquíes en el Irak post Saddam Hussein es el detonante de toda la acción en Bravo Tango Siete. El contratista, primera novela de David Yagüe, periodista con intensa actividad en los medios y varios relatos cortos a sus espaldas.

Estos contratistas son realmente miembros de ejércitos privados contratados o bien por empresas o por el gobierno de EE.UU. o incluso el propio gobierno iraquí. Nos encontramos, como muy bien dice Clemente Trivaldos, en ...
" (..) el Irak de la guerra después de la guerra, un lugar devastado donde la muerte espera detrás de cada esquina."
David Yagüe (Madrid, 1982)

La historia, en ese Irak que está aún muy lejos de recuperar la normalidad, comienza con intensidad y rapidez y este ritmo trepidante no da tregua al lector en ningún momento. El gobierno iraquí quiere tomar las riendas del asunto y forma un heterogéneo grupo de policías, sunitas y chiítas, y que cuenta con la colaboración de americanos y británicos. Con ellos viviremos situaciones de gran crueldad en el presente y recuerdos de un pasado no menos violento.

Todos tenemos un pasado pero el de Kassem Homan, nuestro protagonista es particularmente oscuro: asesino y torturador en el régimen de Hussein. Ahora, sin embargo, intenta permanecer en el anonimato- demasiada gente le querría hacer daño, mucho daño- cuidando a su hijo y otros huérfanos víctimas de la guerra, en un orfanato en Bagdad. Pero el gobierno iraquí actual, en el que trabaja algún antiguo compañero del Partido Baas, da con él, lo recluta y le encomienda el liderazgo del grupo de rescate. Homan debe lograr su objetivo y dar con el contratista a toda costa. No es su vida la que corre peligro sino- mucho peor- la de su hijo.

Y en un ambiente muy bien recreado, lleno de recelos, de miradas turbias, de desconfianzas, de traiciones y violencia incontrolada, el lector se va adentrando en la investigación y paralelamente es testigo de la situación de Carl Robson junto a sus captores. Pero no es aconsejable ser confiado. Nada ni nadie es lo que parece e intrigas, odios, dolores no curados, falsedades, muertes que todavía pesan y condenan,... harán  de la misión un campo minado. La guerra ha dejado su rastro de odio y destrucción.

"Ya se habían hecho a la idea de que vivían en un país que era un gigantesco escenario del crimen."
La acción imparable, el ritmo frenético, los giros inesperados, la intriga de lo que está por venir, mantienen al lector atrapado en sus apenas 184 sin posibilidad de escapatoria hasta un inesperado y sorprendente final. A esto se suma la viveza y el detalle al minuto en la narración y descripciones permite la fácil visualización de las escenas, como en un guión cinematográfico

Bravo Tango Siete. El contratista es, en resumen, una novela ágil, muy entretenida, que conjuga estupendamente la acción y el thriller dando como resultado una novela negra con telón de fondo bélico de lectura muy recomendable.    

¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...

Marcapáginas 191

viernes, 22 de febrero de 2013

'La roja insignia del valor', de Stephen Crane


¡Hola, amig@s!

Segunda reseña de la Semana antibelicista, en esta ocasión con todo un clásico memorable, The red badge of courage de Stephen Crane.

Henry Fleming es un joven, apenas un muchacho de dieciocho años, que a pesar de la oposición de su madre decide alistarse en el ejército federal. La Guerra de Secesión Americana está en marcha. Pero Fleming no es un verdadero patriota, y la guerra es para él una ilusión de heroísmo y gloria. Nada que ver, desde luego, con lo que se encontrará. La guerra resultará ser una constante de amenazas, de dudas e  incertidumbre, de dolor, locura y muerte, de caos. 

Y esa guerra como trasfondo y como metáfora de la eterna lucha de la vida será la que marque ese proceso de iniciación, de madurezEn esos dos días en los que transcurre la acción, Henry Fleming entra en contacto con la guerra del mismo modo que el adolescente, el joven, entra en contacto con la realidad de la vida y con el mal que le rodea

Retrato soldado de la Unión
La actitud de Henry no es el reflejo de ese valor y arrojo que podría esperar de sí mismo. Y es que en la guerra de la vida cada uno de nosotros ha de medirse y redescubrirse en cada una de las situaciones a las que debamos ir enfrentándonos. Puede que lo que veamos no nos guste y debamos engañar y engañarnos a nosotros mismos. 

La roja insignia del valor fue la primera novela en la que la guerra fue tratada desde el punto de vista de un soldado, sin heroísmo, con grandes dosis de realismo y alejada del espíritu sentimental imperante hasta el momento. Y esta visión realista-naturalista y el agudo retrato psicológico del personaje hará de la novela un éxito inmediato y un referente no solo para la literatura sino también para el cine posterior.

La novela tiene como subtítulo Un episodio de la Guerra Civil Americana. Sin embargo, y aunque el escenario está sacado de la batalla que entre el 1 y el 3 de mayo de 1869 tuvo lugar en Chancellorsville, Virginia, ésta no es más que una estrategia para dar mayor verosimilitud a la historia. La visión de Crane es de más amplias, mucho más amplias miras. 

Stephen Crane es un clásico de las letras americanas al que ha sido un verdadero placer volver. En apenas 29 años de vida (1871-1900) dejó algunas obras de gran calidad, como ésta o como Maggie, a girl of the streets, que tengo intención de releer en breve. 

Los antihéroes siempre resultan más atractivos literariamente hablando que los grandes triunfadores. Son más de carne y hueso, ¿no creeis?

¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...  

Marcapáginas 190

(Ésta es la edición que releí. Es de Penguin y contiene una selección de textos de Stephen Crane)


jueves, 21 de febrero de 2013

'Invasor' de Fernando Marías


¡Hola, amig@s!

Comenzamos con la reseña de hoy la Semana antibelicista, con un poco de retraso, es verdad, pero es que esto de meterse a miles de cosas ya se sabe...  En esta Semana, como ya os comenté en su presentación, la guerra será el telón de fondo y el mensaje antibélico el objetivo final de cada una de las reseñas.

La novela Invasor, de Fernando Marías ya os la presenté AQUÍ a raíz del inminente estreno de la película del mismo título, dirigida por Daniel Calparsoro y con guión del propio Fernando Marías. Ya os anticipo que no he visto la película pero por algunos comentarios- el programa Página 2, por ejemplo- difiere bastante del enfoque que la historia tiene en el libro cargando las tintas en la vertiente de thriller político.
"Mi sangre tiene vida propia.
Y me odia, me odia con razón. Ansía vengarse de mí, torturarme antes de acabar conmigo y con los míos. 
Sin embargo, hace apenas cinco semanas yo era un hombre feliz con mi mujer y mi hija."
Así comienza Pablo, médico militar, la narración del horror en el que se ha convertido su vida cuando el uno de agosto de 2003 el segundo contingente de tropas españolas es enviado en misión humanitaria a Irak. La guerra- España se ha implicado políticamente en ella- acaba de entrar en su vida, y su apacible existencia con Tina, su mujer, y Pilar, su hija, queda atrás. Ha sido destinado al infierno.
 

Allí la ambulancia en la que viaja con su amigo Diego, enfermero, sufre una emboscada y tras buscar cobijo y protección en una casa que parece abandonada "en medio de la noche, en mitad de una guerra" tendrán que enfrentarse a momentos de gran violencia y dureza. Estas escenas, antes de la repatriación, narran ágilmente, y  con increíble viveza, inmediatez e intensidad, el espanto, el miedo, el dolor, la incertidumbre y el pánico de Pablo, vivido segundo a segundo.  

"Matar: innombrable aberración."

Y aunque pueda parecer por la portada que el libro es básicamente de acción, ésta acaba con la vuelta a casa de Pablo para su recuperación. Aquí la novela ralentiza su ritmo trepidante para convertirse en una narración más pausada pero intensa y llena de dudas, zozobras, angustias y pesadillas por parte del protagonista. A este terror psicológico se le añaden los elementos de thriller político:  no interesa que la verdad de lo que en Irak ha sucedido salga a la luz, y esconderla se hace imprescindible. Y por si esto no fuese suficiente, desasosegantes elementos sobrenaturales se manifiestan en la trama. 
  
Fernando Marías, (Bilbao, 1958)
La novela se lee con fluidez, con un interesante y prometedor comienzo, pero tras el desasosiego que sigue su vuelta, en donde vamos desvelando las incógnitas al mismo tiempo que el protagonista, la historia pierde originalidad y fuerza. Si el autor hubiese continuado con la línea realista focalizando la narración en ese sentimiento de culpa- ese gusano demoledor e implacable-, en las consecuencias de las guerras en el individuo que la vive y en quienes le rodean, en su autodestrucción, sin permitir la inclusión de elementos sobrenaturales, la novela hubiese logrado mucha mayor profundidad

Es evidente por otro lado, que al autor se le reconoce mucho oficio y muy buenas maneras y es de justicia reconocer que la novela tiene momentos dignos de ser recordados y recrea imágenes verdaderamente impactantes.
"Y pienso de repente que hay dos tipos de personas: las que han matado y las que no. No pueden mezclarse ni compartir nada. Somos de otra raza, sin redención ni futuro. Dormimos con nuestros muertos, pertenecemos a ellos."
¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...

Marcapáginas 189

lunes, 18 de febrero de 2013

Semana antibelicista



¡Hola, amig@s!

Otra semana temática que comienza en el blog. En esta ocasión, tendremos una triste compañía de fondo: las guerras. En las reseñas que colgaré esta semana- ya veis los títulos en la imagen de arriba- el dolor, el odio,  la muerte y el sufrimiento serán una permanente.

La Guerra de Secesión en La roja insignia del valor, la Guerra Civil Española en Soldados de Salamina y la Guerra de Irak en Invasor y Bravo Tango Siete. El contratista- aparte del siempre interesante análisis de Susan Sontag sobre la guerra y la violencia y la percepción que de ellas tenemos actualmente- serán nuestro escenario.

Como alguien muy acertadamente dijo, "leer es la mejor arma contra la ignorancia de la guerra". ¡Pues leamos!

¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...


RESEÑAS

- Invasor, de Fernando Marías

- The red badge of courage, de Stephen Crane

- Bravo Tango Siete. El contratista, de David Yagüe

- Soldados de Salamina, de Javier Cercas

- Ante el dolor de los demás, de Susan Sontag


sábado, 16 de febrero de 2013

'El hombre de Grafeneck', de Félix Jaime



Gracias a Eva, del blog Los libros de Eva, the reading coach, que ha organizado la lectura conjunta de El hombre de Grafeneck me he animado a leerla. Debía ser de las pocas personas que no la había hecho ya. Me había resistido porque, ya sabéis, no leo en digital, pero finalmente me he decidido. Y me alegro, me alegro mucho.

Félix Jaime nos presenta en El hombre de Grafeneck una narración en perpetua dualidad: dos espacios, Alemania y Madrid, dos tiempos, la época nazi y la actualidad y dos géneros, la novela histórica y la novela negra.

En el Madrid actual nos encontraremos con Bernardo Soto, un escritor de cierto éxito venido a menos y en horas bajas, y a Sandra Limonero, novia de un joven fallecido hace dos años en circunstancias un tanto turbias. Mientras la policía ha dado el caso por cerrado y la familia piensa en un ajuste de cuentas por drogas, Sandra no lo tiene nada claro y, junto a la compañía de Bernardo- forman una peculiar y desigual pareja- investigará su muerte. 
El horror que se nos muestra en Alemania entre los años 1939 y 1942 es inenarrable, aunque Félix Jaime sí lo hace y magníficamente. Viktor Brack inicia con el programa Aktion T-4 la limpieza racial. Muerte por compasión, eutanasia o eugenesia serán los términos que esconden la experimentación y eliminación de miles y miles de seres humanos con minusvalías físicas o psíquicas. Lorenz Hackenholt es un antiguo albañil y mecánico de las SS que se revelará como un muy buen profesional, muy eficaz en su labor en el programa. Su progresiva degeneración, que se manifiesta en la total y absoluta indiferencia ante el horror, se hace evidente. 
Viktor Brack y
Lorenz Hackenholt
Castillo de Grafeneck

Creo que lo que verdaderamente horroriza en la historia es que los implicados en esas torturas, experimentos y matanzas no son monstruos, no son demonios, no son seres venidos del más allá, sino seres humanos, como nosotros, con sus miserias, sus ambiciones, con sus familias y sus afectos, son seres de carne y hueso que han sido capaces de incorporar a su vida el dolor, el sufrimiento, la agonía y la muerte de los otros. Da vértigo creer que pueda ser tan fácil saltar esa línea.  

El hombre de Grafeneck es una novela bien escrita y bien construida, con dos tramas interesantes que llegan a un final común, como era de prever. De las dos las que más me ha interesado ha sido la histórica. Aunque la trama actual se hace necesaria para aligerar el drama de la otra con, por ejemplo, las ocurrencias de Bernardo, contiene algunas partes que no me han convencido del todo, como tampoco me ha gustado particularmente el final, un poco fantástico a mi entender. Por otra parte, la ambientación es magnífica y evidencia el gran trabajo de documentación que el autor ha realizado

Pero lo mejor de lo mejor es que cierras el libro y sigues a vueltas con la historia, y buscas información aquí y allá... Adoro los libros que me incitan a leer más, a investigar, a pensar

Si no habéis leído todavía la novela, no lo dudéis. A pesar de esas pequeñas objeciones que he comentado, es una buena novela. Recomendada queda.

¡Gracias por la visita! 

Marcapáginas 188

jueves, 14 de febrero de 2013

'El coraje de Miss Redfield', de Ana R. Cañil


¡Hola, amig@s!

Pues así, como quien no quiere la cosa, hemos llegado a la última reseña de la Semana Queridas institutrices. Sí, ya sé- ustedes me perdonarán- que Miss Redfield es nanny y no institutriz pero que quede entre nosotr@s, ¿vale?

No creo que haga falta recordar la sinopsis, pero por si acaso...
Una fría mañana de enero de 1962 llega a la casa de doña Lily, duquesa de Peñalara uno de los puntales de la sociedad madrileña, Elsa Redfield, una joven inglesa que ha sido contratada como nanny para el más pequeño de los nietos de la aristócrata. La señorita Redfield, austera, competente y capaz, acude a Madrid con una misión: encontrarse con su antigua amiga y mentora, miss Hibbs, nanny de los nietos de Franco, a la que trae un mensaje y un anillo de incalculable valor. Elsa tendrá que poner a prueba su prudencia, pues, a su pesar, se verá involucrada en los asuntos de los Peñalara, una familia que, bajo su deslumbrante apariencia, esconde terribles heridas que, sin saberlo, la joven e inexperta niñera está a punto de sacar a la luz con consecuencias insospechadas. 
El coraje de Miss Redfield, la primera novela que leo de Ana R. Cañil me ha gustado pero...

Ana R. Cañil
Me ha resultado, es verdad, una novela simpática, agradable, que se devora casi sin darte cuenta y que tiene como el mayor aliciente para mí el trasladarnos a un momento de nuestra historia- los años 60 en España- del que poco se ha escrito o poco he leído yo al menos. La mezcla de ficción y realidad, esa fusión de elementos novelescos con las referencias a las disquisiciones del momento sobre el sucesor de Franco, la boda del entonces príncipe Juan Carlos y Sofía, el asunto de los asesinatos de un tal Jarabo,... esa ambientación de la época es el gran acierto de la autora. Aunque evidentemente es una visión un tanto sesgada. El españolito de a pie, la clase media, poco tiene que decir al respecto.

Ese pero que mencionaba hace unas líneas viene motivado principalmente por dos razones, una literaria y otra más personal. Empezando por la personal he de decir que no he logrado simpatizar en absoluto con la protagonista, en torno a la que gira toda la trama. Mi empatía con ella ha sido nula. La nanny preparada en el prestigioso Norland College achaca a una de las familias con la que ha trabajado, los Boisier, la soberbia y orgullo propio de los nuevos ricos. Y sin embargo, con esa misma soberbia y poco delicadeza trata ella a sus compañeros de vagón en el tren que la trae desde París- Jorge Bucay tendría cuatro cosas que decirle a la Miss sobre el significado de las proyecciones-. Dice de sus dos compañeros de viaje que...
"Pertenecían a esa clase nueva de españoles que se desperdigan para trabajar en Francia y Alemania."


Este tono despectivo, además de otras lindezas y detalles que muestran muy poco sensibilidad hacia la situación y forma de vida de los otros y su carácter estirado, conservador en extremo y demasiado centrado en las apariencias, me predispuso no a su favor precisamente. Tenía, eso es verdad, la esperanza de que la vida la pusiese a prueba, limase esos defectillos y la hiciera sacar ese valor y ese coraje al que alude el título. Sin embargo, ni en el palacete, ni en el Club Puerta del Hierro, llevando a una de las niñas a clases de hípica o paseando a Jaime-Jimmy, ni en su historia de amor la pone la vida muy a prueba la verdad...

En cuanto al aspecto puramente literario, la novela me ha parecido superficial en exceso con abundantes descripciones de ropa, complementos, decoración,...  pero poca profundización en los sentimientos y sensaciones. Por poner un par de ejemplos, al llegar a sus dependencias por primera vez, Elsa se emociona al ver el cabecero de su cama "por algún motivo". No estaría de más que se nos dijese cuál era ese motivo, qué le evocó, que le recordó e ir así conociendo sus recovecos emocionales. Sabemos que  le está cogiendo cariño a la condesa de Peñalara porque así se nos dice, no porque se hay hecho evidente. Todo hay que decirlo, sacarlo, explicarlo y eso evidencia que la novela tiene carencias  de fondo, de profundidad.   

Estos detalles hacen que la novela, que podía haber dado mucho más de sí, se quede en una lectura entretenida, de esparcimiento y de consumo, pero sin mayores pretensiones. Claro que a veces unas horas divertidas y pasar un buen rato con una lectura ligera es nuestra última pretensión, ¿verdad?

¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...

Marcapáginas 187

Will you?...


HAPPY ST. VALENTINE'S DAY!!!

lunes, 11 de febrero de 2013

'El pensionado de Neuwelke', de José C. Vales


Volver a la literatura inglesa del XIX, sobre todo cuando ésta es uno de los puntales del bagaje literario de una, resulta siempre un placer. Vislumbrar los ecos del Romanticismo de las hermanas Brontë, de la novela gótica, del magistral trazado de los personajes de Dickens y de las historias de Collins, en una novela del siglo XXI es grato, muy grato, y casi diría emocionante. 

José C. Vales, en su primera novela, El pensionado de Neuwelke, rinde homenaje a esta gran literatura y lo hace tomando como pretexto el célebre y documentado caso de "doppelgänger", que entre 1844 y 1846 tuvo lugar en el pensionado para señoritas cerca  de Wolmar, antigua Livania y hoy Letonia. Y digo pretexto pues la atractiva y misteriosa historia de la bilocación de la institutriz Émilie Sagée no es más que la excusa que el autor ha escogido para construir esta estupenda novela decimonónica.

El pensionado para señoritas había sido fundado con mucha ilusión en 1829 por la señora Eveline Buch y su esposo Leónidas Buch con el fin de dar educación a las muchachas de la alta sociedad, excluidas del sistema educativo de la época. Actualmente el peso de la administración del colegio recae exclusivamente en el señor Buch al hallarse su esposa aquejada de una terrible enfermedad que la mantiene permanentemente confinada en sus habitaciones y sometida a terribles dolores.

Las lejanas y apartadas tierras de Wolmar son lugar de brumas, niebla, viento, frío húmedo, campos helados, largos inviernos,... Ahí se encuentra el enorme pensionado de piedra, grandes ventanales y numerosas chimeneas. Pero el edificio, el entorno, se ve temperado por el calor humano y el ambiente de camaradería y respeto entre los profesores- grupo armónico y variopinto-, de risas, arrebatos, juegos y estudio de las alumnas-, de trabajo y charla de los varios empleados, bajo un empleador justo y honrado como el señor Buch- Jonas Fou'fingers, el jardinero, personaje que abre y cierra la novela, se hace particularmente entrañable con su ternura disfrazada de tosquedad-, y el deambular del grupo de damas de compañía de algunas de las alumnas. Y para ser justos no deberíamos olvidarnos de Mr. Pickerton, el percherón de la casa, Odissán, el cómodo y enorme gato blanco y peludo, y los dos mastines, Words y Cole, cuyos nombres hacen referencia a los dos grandes poetas románticos ingleses,  Wordsworth y Coleridge.

Y aquí llega, ya comenzado el curso, Émilie Sagée, institutriz francesa  nacida en Dijon, una joven de treinta y dos años, sonriente, amable, educada, encantadora, pero con una maldición que le persigue y de la que nadie en Neuwelke sabe nada. Casi al mismo tiempo llega a Wolmar père Balkas, clérigo católico un tanto siniestro, en su misión de buscar demonios, "hasta sus más remotos y hediondos escondrijos".

Intuida la acción, presentados el entorno y los personajes en la primera parte, la segunda y la tercera se centrarán, como novela clásica al uso, en el nudo y el desenlace de esta historia que, sin duda, os recomiendo.

La historia es narrada por un personaje que conoce los hechos por boca de una de las testigos de los acontecimientos. Y la narración cuenta con un lenguaje con abundantes alusiones literarias y continuos guiños al lector, un estilo elegante y estudiado pero en absoluto recargado, y con un fino e irónico sentido del humor.

El pensionado de Neuwelke es una novela muy bien escrita, entretenida, que gustará a cualquier buen lector y desde luego hace las delicias de los amantes de la literatura decimonónica. Lo sobrenatural aquí es, a mi entender, un elemento secundario, y no es, desde luego, la esencia de la novela. Lo verdaderamente aterrador es algo más cercano y real: los celos, el rencor, el odio, la ignorancia, las habladurías, el miedo a lo diferente a lo desconocido, el fanatismo,... Estos son los verdaderos horrores, que solo pueden ser encarados y superados con bondad, compasión, generosidad y amor. 

Marcapáginas 184

domingo, 10 de febrero de 2013

'La señorita Dashwood', de Elizabeth Taylor


¡Hola, amig@s!

No ponemos, si os parece, con la primera reseña  de esta Semana Queridas institutrices, la de La señorita Dashwood, de Elizabeth Taylor.  

Seguro que pronto comprenderéis la irresistible atracción que sentí por esta novela nada más verla en el catálogo de la editorial Ático de los libros. Y es que la protagonista se apellida Dashwood, claro homenaje a las hermanas de Sentido y sensibilidad, de Jane Austen; su nombre de pila es Cassandra, como la hermana de esta misma autora; y es institutriz al igual que  la admirada Jane Eyre de Charlotte Brontë. Y esto solo así a primera vista. Porque una vez que comienzas a leer la novela, son evidentes las reminiscencias de Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, y de Daphne de Maurirer y su Rebeca, novela publicada cinco años antes de Palladian, título original de La señorita Dashwood.

Y, sin embargo, con todas esas influencias evidentes detrás, La señorita Dashwood es un libro totalmente diferente y alejado, muy alejado desde luego, de la simple historia de una institutriz que se enamora del padre de su pupila. Sí, el argumento podríamos resumirlo así pero estaríamos dejando de lado la verdadera esencia de la novela. Pero vamos por partes...

Cassandra Daswood acaba de quedar sola tras el fallecimiento reciente de su padre. Es una muchacha de apenas dieciocho años, tímida, que ha conocido la vida a través de los libros y de su padre, pero con escasas experiencias personales. Así comienza la novela y así se nos presenta a nuestra protagonista.  
"Cassandra, gracias a todas las novelas que había leído, estaba segura de experimentar las emociones adecuadas mientras estaba de pie en su dormitorio."
Elizabeth Taylor (1912-1975)
Afortunadamente su antigua directora de colegio le ha encontrado trabajo como institutriz de Sophie, hija del viudo Marion Vanbrigh, en Cropthorne Manor.
"¡Así que institutriz!- repitió la mujer, sonriendo de manera reconfortante.

Antes de eso, la palabra no le había parecido anticuada a Cassandra. Ahora, por primera vez, miró desde el exterior a todo lo que implicaba. Empezaba su camino sin nada que hiciera pensar que valía para dicha profesión, excepto el hecho de que recordaba bien lo que le había enseñado su profesora en el colegio y, además, que daba muestras de una apropiada predisposición a enamorarse, cuanto más desesperadamente mejor, de su empleador."
En esta primerra parte de presentación de Cassandra hasta su llegada a Cropthorne Manor la novela destila un humor irónico y una ingenuidad que nos hace presagiar una comedia ligera. Todo cambia, sin embargo, al llegar a la mansión y entrar en contacto con sus habitantes. Allí conocerá a Sophie, una niña de unos 10 años muy protegida que quiere se escritora, que echa de menos a su madre- a la que no ha llegado a conocer ya que Violet falleció al dar a luz a Sophie- y de la que se ha creado una imagen tan idílica como falsa. Allí está Marion Vanbrugh, estudioso del latín y el griego, con constantes migrañas, y para quien la difunta Violet es "una barrera indiscutible entre él y la vida".  


Pero también viven allí, aunque temporalmente, la tía Tiny, ineficaz ama de llaves, la embarazada Margaret, hija de Tiny y prima de Marion, con su perpetuo mal humor y su manía de enjuiciar cualquier comportamiento ajeno. Y está Tom, hermano de Margaret. Tom, que se pasa el día en el pub del pueblo bebiendo whisky o durmiendo, o quizá con sus dibujos. Tom, un médico fracasado que bebe conscientemente para destruirse. Tom, el verdadero protagonista de la historia, sin objetivos en una vida...
"tan vacía que la bebida había podido ocupar y poseer el espacio central."
A partir de la llegada a Cropthorne Manor, Tom se erige como verdadero hilo conductor de la historia. Una historia con giros inesperados y otros no tanto, que mantiene al lector intrigado y en la que la autora desarrolla con maestría los caracteres de los personajes y sus complejas relaciones en una atmósfera, como la gran mansión, de deterioro, esplendor ya pasado, de tristeza, de abandono, de falta de vida. La llegada de Cassandra pone un poco de luz a sus vidas. Y, aunque no es Cassandra precisamente la alegría de la huerta, es con ella en escena cuando se producen esos toques de humor metaliterarios que aligeran y sacan un sonrisa. Finalmente, ciertos acontecimientos desencadenarán un final... ¿feliz? Ya me diréis, si os animáis a leer la novela cómo lo percibís vosotr@s.

Para terminar, tan solo añadir que os recomiendo el libro, para mí ha sido todo un hallazgo. Eso sí, no vayáis con ideas preconcebidas, ni penséis en una novela ligera y meliflua. Aquí las aguas son más profundas.

¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos... 

Marcapáginas 183

jueves, 7 de febrero de 2013

¡¡Otro reto!! Y van...


¡Hola, amig@s!

Al final hay cambios de planes... La Semana Queridas institutrices comenzará el domingo, 10 de febrero. He decidido hacer el cambio, disculpadme, para que me coincida la última reseña con el 14 de febrero, San Valentín. No había echado nada bien los cálculos. Pensé que San Valentín era ya el domingo... ¿Ando o no ando despistada?

Mientras tanto os dejo otro reto- sí, otro más- en el que me he anotado, facilito facilito ya veréis. El reto lo organiza del blog Dentro de un libro y consiste en leer al menos una de las historias de Ágatha Christie antes del 31 de mayo. Tengo tooooodas sus novelas- y son unas cuantas-, que devoré ávidamente en la adolescencia, y ahora la verdad es que tengo curiosidad por releer una de ellas y ver si mi percepción de ellas ha cambiado. Seguramente sí, pero ya veremos...

Y, ¿sabéis con cuál me animaré? Pues con la primera que protagonizó Miss Marple- aunque me gustan los dos, soy más de Miss Marple que de Poirot. El libro se titula Muerte en la vicaría y pronto- en una de estas Semanas de Novela Negra que iré trayendo por aquí- la reseñaré.

¿Os animáis vosotr@s con el reto? Solo un título de una de las grandes damas del crimen... y ya está. Pues venga, pasaos por AQUÍ.

¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...


miércoles, 6 de febrero de 2013

1 mes de libros: febrero


¡Hola, amig@s!

Ando un poco atrasada con las entradas. Y es que tengo muchos frentes abiertos... Además del trabajo y los estudios, ando atareada con mi parejita de diamantes mandarines. Hoy mismo, a primera hora, he podido escuchar al primer polluelo de Dino y Maggie. No es la primera vez que crío pájaros, aunque ya hacía tiempo desde la última vez, pero siempre es muy emocionante.

Pero bueno, que me enrollo y la entrada de hoy es para enseñaros los nuevos libros que han llegado a casa. Mi agradecimiento a los escritores Julia Villares Anllo y José Ferrandis Peiró, que se han puesto en contacto conmigo y me han hecho llegar sus novelas, a las editoriales Planeta, Random House Mondadori, Ediciones B, Maeva y Casimiro libros por los envíos, y a quien corresponda por las jugosas rebajas en libros que podemos encontrar de vez en cuando, jeje.

Y aquí están...


- El guardián invisible, de Dolores Redondo. RESEÑA.

- El corazón de los fiordos, de Christine Kabus


- Sorry, de Zoran Drvenkar

- La princesa de jade, de Coia Valls


- Diario de un killer sentimental y Yacaré, de Luis Sepúlveda. RESEÑA.

- El violín de Auschwitz, de María Àngels Anglada. RESEÑA.


- Intemperie, de Jesús Carrasco

- El sueño del otro, de Juan Jacinto Muñoz Rengel


- No le hables mal de mí al niño, de Julia Villares Anllo

- Almas suspendidas, de José Ferrandis Peiró


- Terapia, de Sebastian Fitzek

- El violín de Mauthausen, de Andrés Pérez Domínguez 


- Neoimpresionismo, de Paul Signac


- Daumier, de Henri Focillon


- Camille Corot, de Charles Baudelaire


- La cobra de oro, de Herny T. Aubin

- Chicas salvajes, Path Murphy

 

- La marca del meridiano, de Lorenzo Silva. RESEÑA.

- Amigos hasta la muerte, de Nele Neuhaus


- Fahrenheit 451, de Ray Bradbury

- Los cachorros, de Mario Vargas Llosa


- El pensionado de Neuwelke, de José C. Vales

- La señorita Dashwood, de Elizabeth Taylor


Y por ahora nada más. ¿Qué os parecen? ¿Habéis leído ya alguno? ¿Hay alguno que os apetezca particularmente?

¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...