
Aunque mis lecturas son muy eclécticas he de reconocer que una de mis autoras preferidas es Jane Austen. Soy una “austenita” declarada y llevo mucho tiempo queriendo hacer una entrada sobre ella, pero no me atrevía. ¿Cómo afrontar algo con cierta originalidad cuando ya se ha dicho todo sobre ella y cuando su obra está revisada y estudiada al detalle? Y me rendí.
Sin embargo, me parece que algo falta en este blog si no le dedico un pequeño artículo, si no le hago un pequeño homenaje a mi manera.
Jane Austen es romance, es costumbrismo, es elegancia,… y es sentido del humor. El homenaje a mi manera será el recordar esta faceta suya: su gran sentido del humor y fina ironía a través de algunos fragmentos de diversas cartas dirigidas a su hermana mayor Cassandra. (“Mi querida Cassandra” Jane Austen - Odín ediciones).
Espero que los disfrutéis.
Steventon, 27 de octubre de 1798
"Ayer la señor Hall, de Sherbone, dio a luz a un niño muerto, unas semanas antes de lo que esperaba, por culpa de un susto. Supongo que miró a su marido sin darse cuenta."
Steventon, 1 de diciembre de 1798
"En resumen, hace tanto tiempo que sufrimos la inconveniencia de no contar con una doncella que estamos decidimos que la nueva doncella nos guste, y le va a costar mucho desagradarnos."
Steventon, 8 de enero de 1799
"Había un caballero, un oficial de Cheshire, un joven muy atractivo que, según me dijeron, tenía mucho interés en que yo le fuera presentada pero como no lo deseaba tanto como para preocuparse por conseguirlo, no pudimos sacar nada…"
Lyme, 14 de septiembre de 1804
"Ayer por la mañana fui a ver a la señorita Armstrong y me presentó a su padre y a su madre. Como otras damas jóvenes, es mucho más amable que sus padres. La señora Armstrong estuvo durante toda la visita zurciendo unos calcetines. Pero no he dicho nada de eso en casa, no fuera que el comentario sirviera de ejemplo."
Chawton, 24 de enero de 1813
"No pude ver nada muy prometedor entre el señor P. y la señorita P. T. Al principio ella se puso a su lado, pero la señorita Benn la obligó a ponerse un poco más arriba; y tenía el plato vacío e incluso le pidió que le pusiera un poco de cordero y él tardó un rato en atenderla. Quizá había cierta intención en ello… por parte de él; quizá pensaba que un estómago vacío sería más favorable para el amor."
Chawton, 19 de julio de 1817
"El jueves no fue un día tan horrible como imaginabas. Había tantas cosas que hacer que no quedaba tiempo para una miseria adicional…"