viernes, 11 de noviembre de 2016

'Bloody Sunday'. Aquel domingo sangriento en el Londres de 1887



El 13 de noviembre de 1887 (el próximo domingo hará 129 años) tuvieron lugar en Londres unos dramáticos altercados que llevaron a la denominación de ese día como Bloody Sunday (Domingo sangriento).

Trafalgar Square fue el lugar de reunión de miles de personas- entre 10.000 y 30.000 fueron las estimaciones de la época- que protestaban por la dura realidad de desempleo que sufrían gran parte de la población y por la situación de coacción por parte de la política británica (Coercion Acts) hacia Irlanda y los irlandeses, y que además reivindicaban la liberación del político irlandés y Miembro del Parlamento, William O'Brien, en prisión como sospechoso de incitación a la revuelta. Entre los líderes de esta gran manifestación se encontraban la periodista y activista Annie Bessant o el artista y escritor William Morris, y entre los manifestantes se podía ver, por ejemplo, al dramaturgo irlandés George Bernard Shaw.

Los manifestantes llegaban de todas direcciones hasta la plaza. Charles Warren, el duro y frío jefe de la Policía Metropolitana británica en ese momento, ordenó a los más de dos mil policías a pie y 400 a caballo que dispersasen a la multitud allí congregada. Numerosos manifestantes heridos, de mayor o menor gravedad, fue el resultado del asalto policial, siendo las heridas provocados en su mayoría por los fuertes golpes de las porras de los agentes y por los cascos de los caballos. 

Las manifestaciones continuaron en Trafalgar Square el domingo 20 de noviembre para protestar contra la violencia policial; fue entonces cuando Alfred Linnell (1846-1887) un joven oficinista fue pisoteado por uno de los caballos y falleció días después, el 2 de diciembre, a causa de las graves heridas. Su funeral, el 18 de diciembre, fue un gran acontecimiento político al que no faltaron los más destacados líderes de la izquierda, seguidos por decenas de miles de londinenses de todos los barrios y sectores de la ciudad. William Morris decía entonces frente a la tumba de Linnell, 
 'It is our business to begin to organise for the purpose of seeing that such things shall not happen; to try and make this earth a beautiful and happy place.' 
 ('Es nuestra cometido empezar a organizarnos para que tales acontecimientos no sucedan; para tratar hacer de esta tierra un lugar hermoso y feliz'). 
Parece que casi 130 años después habrá que seguir intentándolo... 

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