
Un tanto perpleja me he quedado al leer hace unos días que algunos autores deberían escribir de modo más 'sencillo' para que todo el mundo pudiera entenderlos y vender así, además, más libros; que todo lector tiene derecho a comprender las historias que se le están contando pero al utilizar el escritor/a un lenguaje 'elevado' se le niega ese derecho. ¿Y no sería quizá una mejor opción que fuesen esos lectores o lectoras los que se 'instruyesen' un poco más y adquiriesen paulatinamente mayor vocabulario en vez de pedir que sea el autor el que se adecúe a su pobreza lingüística? Ese nuevo vocabulario adquirido, la utilización de un lenguaje más preciso no solo les ayudaría a comprender tal o cual novela sino a estructurar, a organizar mejor su propio pensamiento. Y si no, siempre queda el recurso de ponerse con otro autor más afín en temática, género, estilo o nivel de exigencia. Que para todos los gustos hay.