Gracias a Libros del cielo y Ediciones Maeva tuve la oportunidad de ganar un ejemplar de La concubina de Roma, de Kate Quinn, el libro que os traigo hoy. Tengo mucho que agradecer a Katnis por organizar la lectura conjunta, de otra manera no creo que hubiese leído el libro: el título no me atraía, la portada tampoco demasiado... y aunque me atraía no lo tenía del todo claro.
Cuando me puse con el libro pensaba que hacía mucho tiempo que no me leía un libro ambientado en la época romana, pero luego me acordé de que el año pasado había leído Aitana, la esclava judía. Como aquella novela no me gustó, la verdad casi se me pasaba. Con La concubina de Roma la cosa ha sido bien diferente.
El día en que Domiciano es coronado como nuevo emperador del impero, Roma le rinde los mayores honores con la celebración de unos juegos en el Coliseo. Un hombre, sentenciado a morir, doblega a todos los guardias romanos. Es Arius el Bárbaro, un desconocido galo. En el espectáculo, so solo llama la atención Thea, una bella esclava procedente de Judea adquirida por el organizador de los juegos más famoso de Roma, sino también de su dueña, Lépida Pollia, la caprichosa hija de este. Sin embargo, el Bárbaro se enamora de Thea y Lépida Pollia decide, humillada, venderla. Aún no sabe que el destino le tiene reservado a su esclava lo que ella siempre ha deseado, ser la mujer más poderosa de Roma cautivando el corazón del emperador Domiciano. Pero este solo tiene ojos para Thea, por la que podría perderlo todo.
He disfrutado desde la primera hasta la última página de esta novela, una novela bien escrita, con un argumento muy atrayente, con gran variedad de personajes y una recreación, una ambientación histórica estupenda.
Thea, la protagonista a través de la que conocemos a los otros personajes, es una esclava judía. No encontramos en Roma en torno al 80 d. C., con Tito Flavio Domiciano como emperador. Thea trabaja en la casa de la familia Pollio, como asistenta personal de su caprichosa hija, Lépida. Y un día acompañando a su ama al Coliseo a ver las luchas de fieras y gladiadores ve por primera vez a Arius, que pronto se convertirá en el gladiador del momento, admirado por todos y temido por muchos. Y acompañaremos a Thea, y viviremos con ella las humillaciones a las que Lépida la somete.
Pero no solo conoceremos la historia por Thea, hay varias voces narrativas. Existe un narrador omnisciente pero, además, Thea, Lépida y Julia, la sobrina del emperador, nos van contando su propia historia en primera persona y por lo tanto la historia se va construyendo desde distintos puntos de vista. Este juego, este cambio de narradores me ha encantado y enriquece mucho la historia, crea tensión dramática y aligera la narración. Todo un acierto. Quizá con una narración lineal en tercera persona se perderían los matices que esta tiene.
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Kate Quinn |
Los personajes, protagonistas o antagónicos, están muy bien creados, son personajes complejos, quizá con la excepción de Lépida, la maldad personificada, que responde a un claro estereotipo. Mi personaje favorito, si he de elegir uno, es sin duda Arius, un encanto en ese contraste entre la aparente dureza y un interior tierno y sensible que ni puede ni debe dejar aflorar.
Para los amantes de la historia resulta un verdadero placer dejarse atrapar en la Roma del primer siglo de nuestra era, con el emperador "Señor y Dios", entre gladiadores y lanistas, esclavos y amos, viviendo la vida doméstica de unos y otros, conociendo sus dioses, sus rituales y modos de pensar, horrorizándonos con las bárbaras costumbres de la época. Y no hay moraleja ejemplarizante, es la vida tal cual, dura y cruel a la medida de los amos de un imperio.