lunes, 30 de mayo de 2011

Biografía: Jane Austen


Doy comienzo hoy a la sección de Biografías, que ya os comenté que aparecerán los días 30 de cada mes. Los que me conocéis un poco ya intuíais que la primera invitada sería Jane Austen, y así es. Pero no os podéis imaginar lo que me ha costado redactar esta biografía; resumir, en una pequeña entrada en un blog, 41 años de la vida de un personaje, al que además se admira tanto, es muy  complicado. Espero que haya quedado digna y que se perciba, al menos, el cariño con el que ha sido escrita...

Jane Austen nació durante el duro invierno de 1775, más concretamente el 16 de diciembre, en Steventon (Hampshire). Fue la séptima de una familia de ocho hijos (seis chicos y dos chicas). Su padre era George Austen, párroco en Steventon, y su madre, Cassandra Austen (de soltera Leigh). La señora Austen, como ya había hecho con sus otros hijos, dio el pecho a Jane unos tres meses y luego la entregó a una mujer de la aldea de Deane para que la cuidase durante año o año y medio. Nos parece actualmente una práctica cruel pero, en aquella época, el vínculo madre-hijo no se entendía tan fuerte como hoy en día. Tras este período, Jane volvió a la Rectoría.
 
Iglesia de Steventon, en la que Jane fue bautizada
 
Allí en la Rectoría, la pequeña Jane se unió al bullicio de la escuela para chicos que regentaba el matrimonio Austen, muchachos con los que los niños Austen forjarían amistades que, en algunos casos, durarían toda la vida. George, el hermano mayor, sin embargo, pronto dejaría la casa familiar para ser atendido por una familia a la que se le pagaba por cuidarlo. George era sordo y mudo y, con toda probabilidad, estaba aquejado de alguna insuficiencia psíquica. No hay constancia, pero su supone que lo visitaban con cierta regularidad. 

Jane era una niña tímida y muy unida a sus hermanos (corría con ellos por los campos, jugaban en el granero, subían a la colina cercana,...) pero sobre todo a su querida hermana Cassandra. Pero Jane era también fuerte,  nada sentimental y con un gran sentido del humor. La familia estaba muy unida y el reverendo Austen logró no solo ser maestro de sus hijos sino también su amigo. Poseía además una gran biblioteca, que más tarde haría las delicias de Jane. La infancia de Jane se desarrolló, por tanto, en un ambiente de afecto y cariño.

Árbol familiar de los Austen
Con siete años fue enviada a un internado en donde desgraciadamente enfermó de cierta gravedad. Su madre fue hasta allí y, una vez curada, regresaron las dos a casa. Jane permaneció feliz en el hogar familiar todo el año de 1784. Y se pasaba tiempo y tiempo en la biblioteca de su padre leyendo, perfectamente en inglés ya y algo en francés. Sin embargo, volvió a ser enviada a otro internado a Reading al final de ese año; allí adquirió las enseñanzas básicas para una niña y algo de teatro, al que era muy aficionada la directora del mismo, madame La Tournelle. Un año después, en 1776, Jane volvía a casa. Su educación había terminado. Tenía  11 años.  

Y en casa empezaron las representaciones teatrales, respaldadas por la prima Eliza. La diversión en la casa estaba garantizada. Y los años pasaban entre visitas familiares, bodas de uno y otro hermano, pequeñas excursiones, compromisos sociales, algunos bailes, que tanto gustaban a Jane, la lectura de la biblioteca paterna (sin ningún tipo de restricción) y la escritura. "Amor y amistad" fue escrito con apenas 14 años...

Jane Austen de niña
En 1797 la señora Austen acogió de forma muy calurosa a Mary Lloyd como esposa de su hijo James, y escribió una carta en la que se leía...
"Te considero un verdadero consuelo para mi vejez, cuando Cassandra se haya marchado a Shropshire y Jane... solo Dios sabe adónde."
El destino de una mujer era indudablemente el matrimonio, Cassandra estaba comprometida y a punto de casarse, pero la señora Austen no parecía confiar en que Jane fuese una esposa apacible y sumisa. Jane era impredecible, independiente, escurridiza y sarcástica. Finalmente el matrimonio de Cassandra se malograría debido al fallecimiento de su futuro marido, Tom Fowle

Jane no parecía querer encontrar esposo y, desde el fallecimiento del prometido de Cassandra, las dos hermanas se unieron incluso más, casi aislándose del resto del mundo. Su padre empezó a llamarlas "las chicas", en colectivo, y llegaron a usar tocas exactamente iguales, como pretendiendo perder su individualidad.

Casa de la familia Austen en Bath
En 1801 su padre le dio la mala noticia de que se mudarían a Bath. Había decidido dejar la Rectoría después de ejercer de párroco durante más de treinta años. Aquello fue un terrible golpe para Jane, que no quería separarse de su querido Steventon. Sus padres volvían a separarla de lo que más quería... El traslado y la residencia en Bath, según Jane lleno de "vapor, sombras, humo y confusión", la sumió en una profunda depresión. Perdió el hábito y el deseo de escribir. Su actividad creadora se paralizó. Ni las frecuentes excursiones a Devon y Dorset lograban animarla. Sin embargo, parece que aquí conoció a un caballero en el que estaba interesada y que nunca sabremos qué papel podría haber tenido en su vida si no hubiese fallecido.

Y otra muerte se produjo en Bath que sumió a la familia en una honda tristeza. George Austen falleció a finales de 1804, "apagándose como un sueño". La situación económica de las tres mujeres era precaria y necesitaron la ayuda de los hermanos de Jane; cada uno hizo su aportación en la media de sus posibilidades, pero estaba claro que las Austen no podían, ni querían, seguir viviendo en Bath.


Casa de Jane Austen en Chawton

Finalmente, y después de ir de un sitio a otro sin un destino determinado, en 1809 se establecieron en Chawton, en una casita dentro de las propiedades de su hermano Edward, el de mejor posición social y económica. El traslado de la familia a un hogar permanente dio a Jane la estabilidad que necesitaba y volvió con energía y ganas a su tarea de escribir, comenzando por la revisión de "Sentido y sensibilidad". Continuaría con la revisión de "Orgullo y prejuicio" y "La abadía de Northanger". Su espíritu creador daría aquí otros frutos tan maravillosos como "Mansfied Park", "Emma" y "Persuasión". Esta última, sin duda, mi favorita; una tierna historia sobre segundas oportunidades que, por cierto, ni Jane ni Cassandra se dieron.

En esta casa de Chawton, en su pequeña mesa junto a la ventana, tuvo Jane sus grandes momentos de calma e inspiración que su espíritu necesitaba, sus momentos de soledad y silencio. Jane vivía en su pequeño mundo y sus libros empezaron a publicarse bajo seudónimo; su verdadero nombre no apareció hasta después de su muerte.

Pero la salud de Jane empezó a deteriorarse, llegando a ni siquiera poder levantarse. Su debilitamiento era progresivo y evidente.

Casa de Winchester en la que falleció Jane

En 1817 tuvieron que trasladarse a Winchester para que Jane fuese tratada. Vivieron en una humilde casa en el número 8 de College Street. Y allí murió Jane el 18 de julio de 1817. No está del todo claro qué provocó su fallecimiento. Se pensaba que la enfermedad de Addison era la culpable, pero esta suposición ya está superada; los síntomas no se corresponden con dicha enfermedad. Lo más probable, aunque no se puede precisar más, es que su muerte fuese causada por un linfoma.

El fallecimiento se produjo a las cuatro y media de la mañana, con su querida hermana junto a ella. Cassandra escribiría poco después...
"Era el sol de mi vida, la luz de todos los placeres, el consuelo de mis pesares; nunca le oculté un solo pensamiento. Es como si hubiera perdido una parte de mí misma."

Catedral de Winchester

La familia quiso enterrarla en la catedral de Winchester en donde puede encontrarse su tumba. Quizá ella hubiese preferido menos esplendor y algo más humilde, como el cementerio de Steventon o Chawton...
 
Sobre las características como escritora ya volveremos en las distintas reseñas que de sus obras iré colgando. Hoy simplemente recordamos a esta mujer divertida y melancólica, hogareña, sarcástica y reflexiva, observadora, a esta mujer de carácter fuerte y de palabras dulces... a toda una Jane Austen!!

--o0o--

Aprovecho para deciros que el lunes 6 tendré examen en la universidad y durante esta semana estaré estudiando, por lo que  no estaré activa por la blogosfera. Me pondré al día tras el examen. Dejo un par de entradas programadas, que espero que os gusten. Besines, cuidaos mucho y... ¡hasta pronto!

 

sábado, 28 de mayo de 2011

Thomas Moore


Tal día como hoy, pero de 1779, nacía Thomas Moore, el gran poeta romántico irlandés. Fue amigo personal de Byron y Shelley y es conocido, sobre todo, por "The Last Rose of Summer". A modo de pequeño y humilde homenaje, recordaremos aquí la letra de este poema, para luego escucharlo interpretado por Celtic Woman. Espero que lo disfrutéis... 


THE LAST ROSE OF SUMMER
" 'Tis the last rose of summer
Left blooming alone;
All her lovely companions
Are faded and gone;
No flower of her kindred,
No rosebud is nigh,
To reflect back her blushes,
To give sigh for sigh.
I'll not leave thee, thou lone one!
To pine on the stem;
Since the lovely are sleeping,
Go, sleep thou with them.
Thus kindly I scatter,
Thy leaves o'er the bed,
Where thy mates of the garden
Lie scentless and dead.
So soon may I follow,
When friendships decay,
From Love's shining circle
The gems drop away.
When true hearts lie withered
And fond ones are flown,
Oh! who would inhabit,
This bleak world alone?"

- -o0o- -

jueves, 19 de mayo de 2011

Para leer de un tirón...


Os traigo hoy una entrada sobre cuatro libros, de diferentes editoriales, y que me apetecen muuuuucho. Creo que pertenecen al grupo de libros que se devoran. ¡A ver qué os parecen a vosotros! Son muy diferentes, ya veréis, para una lectura variada...


- "Las huellas imborrables", de Camilla Läckberg. Ediciones Maeva.

El verano llega a su fin y la escritora Erica Falck vuelve al trabajo tras la baja de maternidad. Ahora le toca a su compañero, el comisario Patrik Hedström, tomarse un tiempo libre para ocuparse de la pequeña Maja. Pero el crimen no descansa nunca, ni siquiera en la tranquila ciudad de Fjällbacka, y cuando dos adolescentes descubren el cadáver de Erik Frankel, Patrik compaginará el cuidado de su hija con su interés por el asesinato de este historiador especializado en la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, Erika hace un sorprendente hallazgo: los diarios de su madre Elsy, con quien tuvo una relación difícil, junto con una antigua medalla nazi. Pero lo más inquietante es que, poco antes de la muerte del historiador, Erika había ido a su casa para obtener más información sobre la medalla. ¿Es posible que su visita desencadenara los acontecimientos que condujeron a su muerte?


- "Mi planeta de chocolate", de Manuel Cortés BlancoEdiciones Irreverentes.

Miércoles, 26 de mayo de 1937. No hay frase del día. El buque Mexique, perteneciente a la Compañía Trasatlántica Francesa, se hace a la mar desde el puerto de Burdeos con 455 menores a bordo, rumbo al continente americano. Son niños españoles que huyen de los bombardeos, en busca de una paz que les acoja. De entre ellos, Benito Expósito Expósito, ese pequeño abandonado a las puertas de un hospicio, que superó combates, la condición de refugiado, el exilio y mil vicisitudes amparado por una máxima: cuando debas elegir entre dos opciones, toma siempre la que tenga chocolate.


- "La huella de hereje", de Susana Fortes. Grupo Planeta.

El hallazgo del cuerpo sin vida de una joven en el interior de la catedral de Santiago de Compostela cae como un aldabonazo en la ciudad. Al mismo tiempo desaparece de la Biblioteca de la Universidad un manuscrito de Prisciliano, el gran hereje gallego. El subcomisario Lois Castro, viejo conocedor del oficio, se enfrenta a ambos casos con la inesperada colaboración de dos periodistas de raza: Laura Márquez, una joven becaria flacucha, de ojos castaños y con malas pulgas que llega a la ciudad huyendo de sus propios fantasmas y Villamil, un veterano  reportero, correoso y medio anarcoide que ha conocido días mejores en la profesión.

Una trama de ritmo creciente en la que se cruzan ecologistas, peregrinos de paso, profesores universitarios, tiburones de las finanzas y curas que hacen sus propias apuestas de salvación en una ciudad levítica donde nada es lo que parece.


- "Cuando Dios era un conejo", de  Sarah Winman. Ediciones B. Este libro saldrá a la venta en junio.

El mundo de la joven Elly lo conforman sus cariñosos pero sumamente distraídos padres; su mejor amiga, que huele a patatas fritas y conoce palabras exóticas como «blasfemia»; su tía actriz, que le brinda consejos para destacar en las representaciones escolares, y entre otros personajes variopintos, un conejo que se llama Dios. Pero en la infancia de Elly, la única constante es su hermano Joe. Veinte años más tarde, Elly y Joe siguen tan unidos como siempre… hasta que una soleada mañana un suceso inolvidable y aterrador amenaza con destruir para siempre el vínculo que los une.

"Cuando Dios era un conejo" nos transporta, a lo largo de cuatro décadas, de las afueras de Essex a la costa de Cornualles y las calles de Nueva York. Una novela sobre la infancia, la excentricidad, la fuerza de los lazos familiares, las pérdidas y la vida. Pero, sobre todo, una novela acerca del amor en todas sus formas.

¿Qué? ¿A vosotr@s también os apetecen?  Ya me diréis. ¡Hasta pronto! Nos leemos...

martes, 17 de mayo de 2011

'El honor perdido de Katharina Blum', de Heinrich Böll


Heinrich Böll, autor del libro que hoy os traigo hasta aquí, fue Premio Nobel de Literatura en 1972. Dos años después de recibir tan renombrado galardón publicó esta novela, "El honor perdido de Katharina Blum". Ya había escrito estupendas obras como "Retrato  de grupo con señora" u "Opiniones de un payaso", por ejemplo. 

Ya han pasado 37 años de la publicación de "El honor perdido de Katharina Blum" y la obra sigue tanto o más de actualidad que en aquel momento. Katharina Blum, una chica honesta, honrada, trabajadora, ve cómo el amor cambia su visión del mundo, cómo el trabajo y el pago de su hipoteca deja de ser el centro de su vida, pero se equivoca al elegir el objeto de su amor; ése es su gran error. 

Pero su problema no se va a quedar en eso; a partir de la detención de su amante, toda la prensa sensacionalista, la prensa llamada amarilla o rosa, la acosa sin cesar, acabando con la tranquilidad de su vida cotidiana, falseando los datos sobre ella. Katharina que se haya totalmente indefensa ante la opinión pública; no tiene posibilidad alguna de hacer llegar la verdad de todo lo sucedido, de su realidad. Se ve acorralada, su honor por los suelos, su intimidad invadida, y acaba convirtiéndose, acaban convirtiéndola, en una verdadera criminal, en una asesina.

Heinrich Böll

Me ha encantado el libro; ya conocía al autor por las otras dos obras que os menciono arriba, y esta novelita corta (160 páginas) no me ha defraudado. Con un lenguaje aséptico, frío, de informe policial, vemos cómo Katharina va siendo acorralada por ciertos  periodistas en aras de un derecho a la libertad de expresión que lo único que disfraza es un afán despiadado por la venta de más ejemplares.

Böll logra en esta obra hacer una dura crítica a cierto periodismo y a la sociedad que anima y alienta este tipo de información. Os lo recomiendo encarecidamente. En su momento supuso un éxito de ventas y  generó cierto alboroto por la temática tratada. Actualmente, como digo, ninguno de nosotros se sorprende ya, ¿verdad?

Marcapáginas 18

viernes, 13 de mayo de 2011

'Nadie lo ha visto', de Mari Jungstedt


El pasado día 28 de enero colgué una reseña de "El arte del asesino", de  Mari Jungstedt. El envío de Ediciones Maeva supuso mi primera incursión en la obra de esta autora. Me pareció aquella una buena obra de entretenimiento y me dejó con ganas de más, con ganas de más intriga acompañada de Anders Knutas y Johan Berg. Decidí, por lo tanto, adquirir los tres primeros títulos de la serie: "Nadie lo ha visto", "Nadie lo ha oído", y "Nadie lo conoce". Y hoy toca reseña de la primera.

He de empezar diciendo que "Nadie lo ha visto" me ha gustado, más incluso que "El arte del asesino". El baremo que tengo para este tipo de obras es muy diferente al que establezco para otras de mayor calado y profundidad. A este tipo de literatura (novela negra, novela policial, thriller,...) le pido una lectura que me atrape, con claridad expositiva, personajes atrayentes y una trama interesante (¡casi nada!). Y en mi opinión, "Nadie lo ha visto" posee todos estos ingredientes. El argumento te atrapa desde las primeras páginas, con una lectura ágil, y el comisario judicial Anders Knutas y el periodista Johan Berg resultan atractivos y se simpatiza con ellos desde el principio.

Mari Jungstedt

Helena Hillerström aparece asesinada casi en las primeras páginas del libro y, desde ese momento, el ritmo no decae; es más, se aviva con la aparición de otros cadáveres en lo que parece ser la matanza de un asesino en serie. La investigación policial, que dura el mes de junio, se ve intercalada por asuntos personales de Knutas y Berg y ocupa las 287 páginas de esta novela.

La acción discurre íntegramente, excepto una pequeña visita a Estocolmo, en la Isla de Gotland, lugar natal de la autora, escogido como centro de acción de las cuatro novelas de la serie. Por cierto, no me importaría nada hacer un viaje hasta la isla y visitar su preciosa capital medieval, Visby...

Visby (Isla de Gotland)

El final no fue del todo sorpresivo para mí ya que, desde poco más de la mitad de la novela, me parecía saber quién podría ser el asesino. Sin embargo,  como pensaba que el discurrir de la acción echaría por tierra mis suposiciones, la intriga era mayor. Finalmente, mis sospechas se confirmaron! 

Os aconsejo que os pongáis con esta novela si queréis pasar un buen rato; seguro que no podréis dejarla hasta el final...

Marcapáginas 17

miércoles, 11 de mayo de 2011

'Tocar los libros', de Jesús Marchamalo


El pequeño libro que os traigo hoy, pequeño exclusivamente por el número de páginas (80), es una obra imprescindible para los que gustamos de los libros.
"Los libros delimitan nuestro mundo, señalan las fronteras difusas, intangibles, del territorio que habitamos."
Si os gusta no solo la lectura, sino que amáis los libros; si os gusta contarlos y ordenarlos, y ponerles anotaciones de los lugares en los que los habéis adquirido y de las persona que os los han regalado; si os gusta ponerles vuestro ex-libris y reordenarlos de vez en cuando en las estanterías atiborradas; si os gusta tocarlos y pasar la palma de vuestra mano por ellos, como en una caricia; si os cuesta  o incluso os resulta imposible, deshaceros de ellos; si los queréis como parte de vuestra vida, de vuestra identidad; en resumen, si amáis  los libros no deberíais perderos esta pequeña joya de Jesús Marchamalo. (Si picáis AQUI os dirigirá a la web del autor).

Jesús Marchamalo

Por el libro, dividido en cuatro partes: El orden y el concierto, Cómo deshacerse de quinientos libros, Un libro cada treinta segundos y Libros esguardamillados, por el libro, digo, por sus páginas se pasean Faulkner, Cortázar, Lampedusa, Octavio Paz, Borges, Auster, Salinas, Laurence Sterne, Delibes, Camus, Mendoza, Patrick Süskind, Sábato, Shakespeare,... y tantos otros. Y veremos cómo organizan u organizaban sus libros, sus títulos, si se deshacían de ellos por falta de espacio o no, su gusto por las anotaciones al margen o el escrúpulo en su manejo, si los prestaban, si les gustaban los libros esguardamillados (he de reconocer que no conocía la palabra y me encanta, ¡me la quedo!), cómo  perdieron parte de sus bibliotecas,... 
"Hay libros indispensables que nos obligan a poseerlos, a conservarlos para hojearlos de vez en cuando, tocarlos, apretarlos bajo el brazo. Libros de los que es imposible desprenderse porque contienen fragmentos del mapa del tesoro."
Toda suerte de anécdotas relacionadas con los libros,  sobre los escritores (incluido el propio autor) y sus libros, van llenando las páginas de esta pequeña delicia literaria, que además está muy bien escrita, de forma muy amena y con un gran sentido del humor... ¡Qué más se puede pedir! Lástima que no sea mas extenso. "Tocar los libros" es de esos libros que lees y relees, de los que guardas en un rincón especial de tus estanterías...

Marcapáginas 16

martes, 10 de mayo de 2011

Poema del mes: mayo


ROMANCE DEL PRISIONERO

Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
                  
                          (Anónimo)

domingo, 8 de mayo de 2011

Nuevas secciones


Me gustan las cosas organizadas y el blog no iba a ser menos... Así que quiero presentaros hoy unas secciones fijas mensuales que encontraréis en el blog a partir de este mes.



Ya sabéis que desde el mes pasado cada día 1 os traigo en la sección 1 mes de libros los libros que han llegado a casa durante el mes anterior con una pequeña sinopsis de los mismos.

Sabéis también que cada día 10 podéis encontrar la sección Poema del mes...





Y a partir de este mismo mes el día 20 podréis leer una entrada con los memes, noticias, e inclasificables del mes. Se llamará Mixto de... 








... Y cada día 30 os encontrareis con una breve biografía en la sección Biografías (¡qué original título, ¿verdad?) de uno de mis autores/as favorit@s o de cualquier otro personaje. A ver si adivináis de quién será la primer biografía, con quién inauguraré la sección... ¡Mira que es fácil!



Espero que estas secciones os resultan amenas e interesantes. Ese será, desde luego, mi afán. ¡Hasta pronto! Nos leemos...

sábado, 7 de mayo de 2011

'La amaba', de Anna Gavalda


Por fin encuentro un huequecito para colgar la reseña de "La amaba", de Anna Gavalda. He andado un poco liada entre el trabajo, algún problemilla con el coche,... Bueno, lo importante es que la semana ha pasado y todo se ha ido solucionando;  como no era nada grave, solo necesitaba tiempo. Y ahora vuelvo con ganas al blog. Aprovecho para  disculparme por tener los vuestros un poco abandonados; espero que me disculpéis... Y vamos allá con la reseña, entonces.

Tomé el ibro, con cierto recelo, os cuento el por qué... Había leído alguna reseña no del todo favorable, como la de Carol en su blog 10.15 Saturday night, una amiga bloguera cuyo criterio respeto mucho, y no esperaba encontrarme con un libro que me enganchase. Además, lo había comprado por error; pensaba comprarme "Juntos, nada más", de la misma autora, y al final acabó este otro en la cesta de la compra, a buen precio eso sí. Pero, el libro, a pesar de los pesares, me ha gustado mucho. En unas horas se lee con facilidad y te dejas ir llevando por Chloé y Pierre.

Chloé acaba de ser abandonada por su marido, Adrien, y su suegro, Pierre, le propone ir a pasar el fin de semana a la casa de campo familiar, y alejarse así de la ciudad, con las dos niñas de Chloé: Lucie y Marion.  Y allá nos vamos con ellos...  y sufrimos con Chloé, triste, traicionada, hundida, cuando sigue mirando el móvil, esperando esa llamada imposible...
"He vuelto a suplicar a mi móvil."
Anna Gavalda

La novela está contada en primera persona por la propia Chloé, aunque a partir de la mitad del libro aproximadamente el protagonismo lo adquiere Pierre y su historia con Mathilde, quedando la de Chloé en un segundo plano. Pierre, de sesenta y cinco años, un hombre supuestamente distante y sin vínculos afectivos reales, ha tenido su pasado, ha vivido una intensa historia de amor, ha querido de verdad y le han querido.
"No entendía a ese hombre que no se prodigaba y que reprimía sus impulsos. No mostrar nada por miedo a sentirse vulnerable es algo que nunca he podio entender."
Al principio he de reconocer que me sentí un poco molesta por este cambio de protagonismo, me interesaba Chloé y su historia. Pero esta molestia duró muy poco. La autora logra engancharte también a la historia de Pierre.

Y uno asiste a la narración de la historia, escucha como Chloé abrigada por una manta, con una copa de buen vino en la mano y al calor de la chimenea, que necesita ser avivada de vez en cuando, mientras la casa permanece en el más absoluto silencio. Solo los sentimientos del pasado, tienen verdadera vida en ese presente en stand-by. Pero si Chloé aprende la lección...

Marcapáginas 15
"Deberías reflexionar sobre lo que te acabo de decir, no es ninguna tontería. Las personas que son rígidas por dentro van dando tumbos por la vida haciéndose daño todo el rato, mientras que los que son blandos... no, blandos no, más bien elásticos, sí eso es, elásticos por dentro, cuando se llevan golpes, sufren menos..."
El libro nos transmite la tristeza de las rupturas pero también la tristeza de las decisiones no tomadas. ¿Es mejor sufrir mucho para poder ser finalmente feliz, o estar sufriendo un poco todos los días y no lograr nunca la verdadera felicidad? Pero, no os confundáis, el libro no es triste, es optimista y con cierta dosis de humor.

Sí, me ha gustado la naturalidad con la que la autora habla de sentimientos. Es tan fácil comprenderlos... Ya tengo claro que habrá más lecturas de Anna Gavalda!!

lunes, 2 de mayo de 2011

'Gracias', de Daniel Pennac


"Gracias" es el primer libro que leo de este escritor francés, Daniel Pennac. A Antò, del blog El primer miope, le encanta este autor y me había sugerido "La felicidad de los ogros" o "Mal de escuela" pero, como ya le dije, este libro estaba en casa y me apetecía ponerme con él. Y no ha sido mal comienzo desde luego. "Mal de escuela" creo que será, sin duda, mi siguiente lectura de Pennac...

Daniel Pennac, nacido en Casablanca en 1944, es célebre no solo por  sus novelas negras centradas en la familia Malaussène sino también por otros libros dirigidos a niños y por interesantes ensayos como "Como una novela", en la que enumera los derechos del lector. Será interesante leerlo también.

"Gracias", esta pequeña obra de  páginas con la que he empezado a conocer a este autor, no tiene realmente un argumento, no ocurre apenas nada. Y, sin embargo, me ha encantado. Me gustan las novelas con personajes bien definidos y una trama bien construida sobre la que se va desarrollando la acción. Pero he de reconocer que tengo cierta querencia, cierta predilección, por aquellas pequeñas obras, como ésta, bien escritas ("Gracias" me parece realmente un ejercicio de virtuosismo del lenguaje) en las que un solo personaje, con un lenguaje lleno de ironía, sarcasmo y sentido del humor como en este caso, va modelando su visión del mundo, o al menos de parte del mundo.

Daniel Pennac

"Gracias" comienza cuando nuestro único protagonista, el único que tiene palabra en la obra, se encuentra en el escenario frente a un elegante auditorio, dispuesto a comenzar su discurso de agradecimiento por el premio recibido al "conjunto de su obra". Y el libro es en sí ese no-discurso, ese no-agradecimiento, con pequeñas pseudo-acotaciones que matizan los cambios de tono, los guiños al público... 
"- Habéis observado que se agradece siempre mucho, nunca poco. 'Muchas gracias', sí. 'Pocas gracias', no. 'Muy agradecido', sí. 'Poco agradecido', no.  No se dice."
El discurso, según le han comentado, debe durar entre 75 y 90 minutos; él controla no acabar antes de los 75 minutos (o no cobrará el premio). Y ese tiempo es lo que me ha llevado la lectura del mismo; 75 minutos de discurso ininterrumpido, en el que en medio del auditorio, he contemplado atónita, absorta y admirada la destreza, la técnica de este hombre. No pude quitarle los ojos de encima, ni desviar mi atención de él, no puedo evitar sino dejarme llevar por su corriente de pensamiento, aunque muchas veces me ha sorprendido y ha dado giros bruscos, he necesitado meditar sobre lo que ha dicho, y he acabado dándole la razón. Y me reído, he llegado incluso a soltar alguna carcajada, y no he podido evitar recordar a algunos galardonados haciendo y diciendo las mismas estupideces de las que él nos habla... Y ya no tiene sentido nada de esa parafernalia, de ese boato. Nada. 
- "Gente que distribuye su premio todos los años..., que todos los años, los pobres, se devanan los sesos. '¿Este año, a quién se le podría entregar nuestro premio, ahora que los amigos ya han sido favorecidos? Vamos a ver...'. Los años pasan -numerosos años, porque los amigos eran numerosos-, por consiguiente también pasan por mí, todos esos años de trabajo solitario, incógnito... ¡Y, finalmente, sucede que me encuentro premiado, in extremis, por 'el conjunto de mi obra', premiado por perfectos desconocidos... a los que yo agradezco en primer lugar!"
Poco más puedo decir sobre el libro; a vosotr@s, que os animéis a leerlo y al autor, a Pennac, aunque seguramente él le dará la vuelta a la tortilla,... ¡¡Gracias!!

Marcapáginas 14


domingo, 1 de mayo de 2011

1 mes de libros: mayo


Este mes ha sido muy muy bueno en cuanto al número, y calidad creo, de libros que han llegado a casa. Unos, la mayoría, son compras mías, pero hay algún que otro regalo. Bueno, os los voy a presentar ya, a ver si os parecen interesantes, si ya habéis leído alguno... en definitiva, a ver qué opináis.


- "Némesis", de Philip Roth. Bajo el calor sofocante de la «Newark ecuatorial» hace estragos una espantosa epidemia que amenaza con dejar a los niños de la ciudad de Nueva Jersey mutilados, paralizados o minusválidos, e incluso con matarlos.  

- "El ocupante", de Sarah Waters. Un polvoriento día de verano llaman al doctor Faraday a Hundreds Hall, la mansión de los Ayres, en el desolado centro de una Inglaterra de posguerra que está cambiando aceleradamente. Faraday ya había estado allí cuando era un niño pero Hundreds Hall, como sus dueños, ya no es más que la sombra de sí misma. Los Ayres lo han llamado para que se ocupe de Betty, la joven criada de catorce años, que quizás solo está enferma de miedo o aterrorizada por aquello que percibe en la casa.  Aunque nadie la cree, en Hundreds Hall se oyen ruidos inexplicables, se ven sombras fugaces y marcas de fuego en las paredes y las cosas más familiares pueden volverse atrozmente perversas...  

- "La chica con pies de cristal", de Ali Shaw. Extraños sucesos ocurren en el remoto archipiélago de Saint Hauda. Tras unas breves vacaciones en una de las islas, la joven Ida Maclaird descubre que sus pies se están volviendo de cristal. Alarmada, Ida regresa a Saint Hauda en busca de una explicación a este fenómeno. Allí se encuentra con Midas Crook, un fotógrafo tímido y solitario, con quien vivirá una historia de amor tan hermosa como urgente, pues la metamorfosis de Ida avanza inexorable.


- "Justicia ciega", de Bruce Alexander. Al morir su padre, el joven Jeremy Proctor viaja a Londres con el propósito de perfeccionarse en el oficio paterno, la impresión de libros. Sin embargo, no tarda en caer en la trampa de unos hampones bien conocidos por la justicia y debe comparecer ante el juez Fielding. Para evitar que caiga en las garras de la delincuencia, el juez lo toma a su servicio y se convierte así en su asesor en la investigación de un enigmático asesinato: la víctima apareció muerta en una estancia cerrada a cal y canto y se le encontró con un arma en la mano. 

- "Asesinato de Grub Street", de Bruce Alexander. Bruce Alexander de la mano de Jeremy Proctor, el joven asesor del juez ciego John Fielding, nos introduce en esta ocasión en el mundo de la cicatería, las envidias, los resquemores y las rivalidades que a finales del siglo XVIII dominaban el mundo editorial londinense. Ahí parece residir el origen de un macabro y brutal asesinato múltiple cometido en la calle de las imprentas por excelencia, y el perspicaz magistrado tendrá que hacer gala de todo su talento para demostrar que el joven al que arrestaron con un hacha ensangrentada en la mano nada tuvo que ver en ello.


- "Picnic en Hanging Rock", de Joan Lindsay.  Febrero de 1900. Un grupo de alumnas del selecto colegio Appleyard para señoritas se dispone a celebrar un picnic el día de San Valentín. Lo que empieza siendo una inocente comida campestre se torna en tragedia cuando tres niñas y una profesora desaparecen misteriosamente entre los recovecos de Hanging Rock, un imponente conjunto de rocas rodeado de la salvaje y asfixiante vegetación australiana. La única chica que logra regresar, presa de la histeria, no recuerda nada de lo sucedido.

- "El beso de la sirena", de Andrea Camilleri. Érase una vez, en una tierra junto al mar, una bellísima mujer llamada Maruzza Musumeci. Se decían muchas cosas de Maruzza, rumores a voces que quizás explicasen por qué a pesar de su belleza no había encontrado aún con quién casarse.  Maruzza era una sirena. Pero la historia comienza en realidad con Gnazio, que emigró a América y volvió a Vigàta tras veinticinco años de ausencia. Sólo le faltaba una mujer. Maruzza y Gnazio, la tierra y el mar, no vivieron una historia de amor imposible... como tantas otras.
   
- "Las señoritas de escasos medios", de Muriel Spark. Ambientada en las ruinas de Londres durante la difícil primavera y el verano indigente de 1945, recién acabada la Segunda Guerra Mundial, se ocupa del mundo deliciosamente despreocupado de unas chicas que viven en un club residencial para mujeres solteras, y que van pasando por varios estados de ligue.


- "Zug Zwang", de Ronan Bennett. San Petersburgo, 1914. A punto de estallar la primera guerra mundial y la Revolución rusa, el respetado periodista O. V. Gulko es brutalmente asesinado al pie del puente Politseiski. Cinco días más tarde, el doctor Otto Spethmann, un famoso psiquiatra, recibe la visita de la policía. Un revolucionario relacionado con la muerte del periodista ha aparecido muerto, y entre sus ropas se ha hallado la tarjeta del doctor. De pronto, Otto Spethmann se ve implicado en un complot para asesinar al zar en el que están implicados miembros de su círculo más cercano. Desde ese momento, Spethmann estará en posición de Zugzwang: cualquier movimiento que haga empeorará inevitablemente su situación.

- "El ojo de Eva", Karin Fossum.  El crimen de una prostituta nos abre paso a un universo sórdido y equívoco. Notable pintura de ambiguos personajes, sólido suspense, turbadora ambientación. 

- "Nobleza obliga", de Donna Leon. Durante las obras de reforma de una finca abandonada en la campiña veneciana, se desentierra un cadáver parcialmente descompuesto y semidevorado por las alimañas. Cerca del lugar, se encuentra un valioso anillo de sello, pista crucial que permite identificar el macabro descubrimiento: se trata de Roberto Lorenzoni, hijo de una de las familias más poderosas de Venecia, secuestrado dos años atrás y dado por desaparecido. Encargado de reabrir el caso, el comisario Brunetti necesitará el apoyo de la rama noble de su familia para adentrarse en el palpitante corazón de la aristocracia veneciana, donde los secretos están más que bien guardados.

- "No mires atrás", de Karin Fossum. Ragnhild, una niña de seis años, desaparece sin dejar rastro. Mientras la policía, encabezada por el inspector Konrad Sejer, inicia la búsqueda de la pequeña, ésta se encuentra jugando en casa de Raymond, un individuo algo retrasado que vive en el bosque con su padre. El caso parece resuelto cuando la pequeña Ragnhild regresa a su casa sana y salva esa misma noche, pero en realidad la pesadilla no ha hecho más que empezar. La niña recuerda haber visto a una chica desnuda en la orilla del lago y la policía no tarda en descubrir el cadáver de Annie Holland. Al principio Sejer no cuenta con ninguna pista que explique el atroz asesinato, pero a medida que se suceden los interrogatorios va destapando el sórdido pasado de varios miembros de la pequeña comunidad noruega... 


- "La sangre de los inocentes", de Julia Navarro. Algún día alguien vengará la sangre de los inocentes... Soy espía y tengo miedo. Así empieza la crónica que escribe Fray Julián, notario de la inquisición, cuando recibe la misión de relatar los enfrentamientos acaecidos en Montsegur (Francia) a mediados del siglo XIII. Las luchas de poder entre los cátaros y el control que, en nombre de la fe, lleva la inquisición, propiciarán que la crónica del fraile sea un valioso tesoro a descubrir. Su última frase - algún día, alguien vengará la sangre de los inocentes - se convertirá en un enigma a descifrar de generación en generación. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, Ferdinand verá con sus propios ojos como el mundo se desintegra. Tiempo después, a principios del siglo XXI, Raimón de la Pallisiére, hijo del aristócrata francés, recurrirá a El Facilitador, un hombre que desde la sombra maneja los hilos de poder, para un único fin: cumplir la sed de venganza por tanta sangre derramada a lo largo de la Historia.

- "La hermandad de la sábana santa", de Julia Navarro. Un equipo de la policía italiana especializado en arte interviene en la investigación de una serie de incendios y accidentes ocurridos en la catedral de Turín; todos los sospechosos de haber participado en los hechos son mudos. A partir de esta pista se inicia una apasionante inmersión en la historia de la reliquia que conduce desde los templarios medievales hasta la existencia de una trama de refinados hombres de negocios, cardenales, gentes de la cultura, todos ellos solteros, ricos y poderosos.


- "La hacedora de lentes", de Titus Müller. Inglaterra, siglo X: muy pocos maestros dominan en Europa el difícil arte de fabricar lentes. Courtenay, arzobispo de Canterbury, conoce bien la importancia de esos artesanos: al controlar la capacidad de ver y, con ello, de leer, tienen poder allí donde no llegan las espadas. Con el fin de aniquilar a su enemigo, el doctor Hereford, protegido de la hermandad secreta de los Caballeros Cubiertos y traductor de la Biblia, Courtenay quiere servirse de los conocimientos de Elias Rowe, el mejor artesano de lentes de toda la región. Una mañana, su esposa, Catherine, encuentra a Rowe rodeado de sus herramientas y... muerto. La joven viuda continúa la profesión de su marido, y se ve involucrada en la lucha entre el arzobispo y los caballeros de la alianza. 

- "El químico de Lumière", de Pedro García Martín. La cultura de la Belle Époque idolatraba a los cazadores de imágenes. Los pintores, retratistas y cineastas se habían convertido en notarios de la alegría de vivir burguesa. La saga familiar de los Lumière encarnará el modelo de este arquetipo social. Primero descubren la instantánea. Fijan la vida en impresiones. Luego lanzan al mundo el cine. Alumbran la vida en movimiento. En este frenesí inventor, su empleado Jean Flandrin visitará al padre del impresionismo, Claude Monet, en pos de respuestas cromáticas. Las tribulaciones afectivas del químico de los Lumière, las artimañas policiales en el París de fin de siglo, el diálogo entre la pintura y el cine, conforman una trama que culmina en la conquista de la foto en colores. Pero el optimismo de los años felices será enterrado en las trincheras de la Gran Guerra. Sin embargo, en adelante, la memoria pasará a leerse en imágenes. 


- "Mar de fuego", de Chufo LLoréns. Martí Barbany, aquel joven que llegó a la ciudad para conquistarla con sus dotes de comerciante y de hombre de honor, regresa para continuar una historia marcada por grandes acontecimientos —los últimos años del mandato del conde Ramón Berenguer y su sangrienta sucesión— y por una ciudad en la que todo cabe: tratantes de esclavos, caballeros, prostitutas, amores entre nobles y plebeyos, árabes y cristianos, cortesanas y sirvientes.

- "El paseo", de Robert Walser. Walser empleó los pocos años en que pudo escribir, entre 1904 y 1925, antes de sucumbir a una enfermedad mental de origen hereditario, en tallar exquisitas miniaturas acerca de una vida cotidiana poblada de personajes e impresiones que vienen de la noche cuando ésta es más oscura. El paseo es una de esas miniaturas. Un poeta sale a pasear y ante su mirada se alternan la belleza de la vida y el absurdo de las convenciones de la sociedad, el sonido de una voz que canta y el espectáculo del gran teatro del mundo.


- "Nieve en otoño", de Iréne Némirovsky. La anciana Tatiana Ivanovna ha dedicado toda su vida a servir a sus señores, los Karin, a quienes ha visto nacer y crecer en la mansión de Sujarevo, en las inmediaciones de Moscú. Cuando la familia se ve obligada a huir por la Revolución de Octubre, la fiel criada termina por reunirse con ellos en París, donde, a pesar de que los Karin han perdido su posición social y su fortuna, continúa a su servicio en el modesto apartamento en que residen. Supervivientes de un mundo perdido, los Karin y su sirvienta necesitarán olvidar para salir adelante, pero la vieja Tatiana nunca deja de soñar con su tierra natal, ni de sufrir para adaptarse a la vida en un lugar donde las primeras nieves no llegan hasta pasado el otoño. 

- "El cuaderno rojo", de Paul Auster. Un número equivocado está en el origen de este libro. Un hombre lo llamó por teléfono una noche preguntando por la agencia de detectives Pinkerton; el novelista le dijo que se había equivocado. Llamada y respuesta se repitieron la noche siguiente. Y el narrador nato que es 
se planteó qué habría sucedido si hubiera fingido que, en efecto, él era un detective... Y un equívoco conduce a otro, y sibilinamente se pone en marcha el audaz mecanismo que mueve esta historia, en la que lo irreal va horadando lo real y el novelista ejerce de «cazador de coincidencias», de traductor de las siempre oscuras revelaciones del azar. 

- "Tocar los libros", de Jesús Marchamalo. Sobre esos lectores que acarician los libros, se detienen en las cubiertas, huelen el papel, se deslizan entre las páginas, son maniáticos en su orden, son reacios a prestarlos, tienen un rincón favorito para leerlos... El libro hace un recorrido por los libros y bibliotecas de escritores contemporáneos, desde la del propio autor a las de Patrick Süskind, Sergio Pitol, José Ángel Valente, Luis Mateo Díez, Luis Landero, Javier Marías, Jesús Ferrero, George Perec, Susan Sontag… Así como autores clásicos de todos los tiempos: Azorín, Lampedusa, Galdós, Unamuno, y muchos otros. Y lo hace descubriéndonos sus manías, estableciendo complicidades, mostrando a través de divertidos guiños, las similitudes entre escritores y lectores. En definitiva de la relación que se establece con esos pequeños objetos, con los que convivimos a diario los amantes de libros y lecturas.


- "La soledad de los números primos", de Paolo Giordano. «En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.»

Como veis no me aburriré en una temporadita, ¿verdad? ¡Y ahora estamos con la Feria del Libro! Aún no me he pasado pero algo caerá... 


1 de mayo: Día del Trabajo


Por la tarde colgaré la entrada  con los distintos libros que han llegado a casa durante este mes, pero antes quería compartir con vosotr@s, en este día en que se celebra el Día del Trabajador/a, un brevísimo texto. 

Normalmente leo en castellano e inglés, pero no leo en gallego tanto como debiera, casi nada la verdad. Una compañero del trabajo me ha animado a leer este libro en gallego "Menú de enganos" (Menú de engaños), de Manuel Núñez Singala. Ahora mismo lo he acabado. Una interesante lectura llena de ironía.

Como todo menú, el libro se divide en cuatro partes: Para picar, Entremeses, Primeiros (Primeros), Segundos y Sobremesas (Postres). El relato que he seleccionado se encuentra en la primera parte  y se titula "Primeiro de maio" (Primero de mayo) .

PRIMEIRO DE MAIO
"Éche unha historia- dicíalle ela a unha amiga- que o día mundial do traballo cadre en domingo.
- E logo?- preguntaba a amiga.
- Home, tivemos que chamar a asistenta, que hoxe libraba, porque se ela non nos quedaba cos nenos non podiamos acudir á manifestación."

PRIMERO DE MAYO
"Es un rollo- le decía ella a una amiga- que el día mundial del trabajo caiga en domingo.
- ¿Y eso?, preguntaba la amiga.
- Hombre, tuvimos que llamar a la asistenta, que hoy libraba, porque si ella no se quedaba con los niños no podíamos ir a la manifestación."

¡¡Pero qué concienciados estamos!!...