Muchos de vosotros/as ya sabéis de mi afición- casi devoción- por los marcapáginas. Durante dos o tres años incluía, al final de cada reseña, la fotografía de uno de ellos, pero decidí- no sé muy bien por qué a decir verdad- dejar esa buena costumbre. Aún así, el número sigue creciendo con nuevas adquisiciones, algunos regalos y a través de los intercambios. En torno a los dos mil puntos de libro de todo tipo, procedencia, estilo, material forman el volumen de la colección.
Además de la de puntos de libros, están los libros, por supuesto, y la colección de tazas y mugs- unas treinta debe de haber por casa- pero, como no hay dos sin tres (o tres sin cuatro) no hace mucho he comenzado una nueva. Y es esta la que os traigo hoy: mi recientemente inaugurada colección de tarjetas vintage. Iré actualizando poco a poco con las nueva adquisiciones...
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Mirad qué tierno y divertido el texto de esta tarjeta, escrita con caligrafía evidentemente infantil...
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Estas tres tarjetas de abajo son anteriores a 1910. Hasta esa fecha era costumbre escribir en la imagen de la postal y detrás se ponía solo la dirección. Se puede comprobar que no hay en el reverso la típica división, con una raya vertical, como en las tarjetas actuales.
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Las tres bonitas tarjetas que siguen, con motivos de pájaros, fueron regalo de María Esther, administradora del blog Con gorrito y delantal. ¡Gracias!
Y, por último, las ocho tarjetas que vienen a continuación son tarjetas con un encanto especial; estaban en casa y fueron enviadas en su momento entre miembros de mi familia.