viernes, 18 de septiembre de 2015

'La dama y los laureles', de Leonard Merrick

Leonard Merrick (1864-1939), novelista británico de origen judío, es considerado, en palabras de J. M. Barrie, un "escritor de escritores", pues la mayoría de los admiradores de su obra procedían no tanto del público lector- sus obras no parecían ser afines a los gustos de la época- como de sus compañeros de profesión, como H. G. Wells, Chesterton, George Orwell o W. D. Howells.
 
La dama y los laureles que nos ha traído en castellano Editorial Ardicia ha posibilitado el acercamiento a un autor casi desconocido y despertado, en mi caso al menos, interés por su obra. Es este un relato de 97 páginas lleno de ternura y humanidad, con su pareja de protagonistas, dos anti-héroes que se convierten en héroes de sus propias vidas. Decía don Pedro Calderón de la Barca- que nada tiene que ver, todo sea dicho, con Merrick- que la vida es un sueño, una ilusión, que la vida es un teatro. Siguiendo esta metáfora calderoniana, encontraremos en La dama y los laureles a la protagonista ejecutando su papel a la perfección y a él viviendo el sueño de su vida.
"Cuando a Willy Childers lo mandarosn a Sudáfrica, lo enviaron al último país sobre la faz del orbe habitado en el que habría podido encajar. Ciertamente, es cuestionable que hubiese triunfado en la vida en cualquier otro sitio, pero allí estaba tan fuera de lugar que clamaba al Cielo."
Willy Childers, un pequeño fracaso con el que su madre no sabe qué hacer- el pobre quiere ser poeta, para su desgracia- es enviado por esta a Sudáfrica para que su tío haga algo de él. Willy no logra adaptarse ni al país, ni al clima, ni a sus gentes; ni sus gentes parecen adaptarse a él. Todo cambia, sin embargo, cuando llega para actuar en la capital la famosa, bella y excéntrica actriz Rosa Duchêne. Flechazo a primera vista por parte del enamoradizo Willy. El amor ciega, siempre se ha dicho. O quizá ilumina. El caso es que a partir de entonces para Willy la luz se vuelve oscuridad y el fracaso se torna éxito. Y todo gracias a la comprensión, la ternura y el amor.
 
Se encuentra en La dama y los laureles un mundo reducido, limitados personajes y escasos acontecimientos. Con ellos, como dice W. D. Howells en el postfacio de la edición de Ardicia, "resulta prodigiosa la manera en que, constantemente, (Merrick) estimula la curiosidad del lector y mantiene vivo su interés." Y lleva razón.

https://archive.org/details/worksleonardmer01merrgoog
Y, por cierto, mientras estaba redactando esta reseña, hice una pausa para, además de The laurels and the lady, leerme también en inglés otro  de sus relatos- lo escogí por el título, un criterio como otro cualquiera-. Se titula Dead Violets, se lee en menos de media hora. En este caso el amor, los estragos que sobre él deja del paso del tiempo, los fingimientos, las segundas oportunidades,... son los pilares sobre los que construye Merrick su historia. Leedlo y ya me comentáis.

Leedlo, no. Leedlos. Como decía arriba, un gusto descubrir a este autor. Ahora os toca a vosotros, si todavía no lo habéis hecho. Con Editorial Ardicia en castellano,picando en la imagen de la izquierda si queréis leer algunos de sus relatos,  La dama y los laureles incluido, en inglés.

Recomendado queda Leonard Merrick.