domingo, 22 de abril de 2012

'El mercader', de Coia Valls


Todo comienza el 24 de diciembre 1320...
"Jaume Miravall, mercader de la ciudad de Barcelona, cruzó el umbral de su casa empapado y respirando con dificultad. No advirtió los ramos de acebo con que Elvira y Margarida habían adornado la estancia, ni probó la clarea, el vino con miel y especias elaborado unos días antes. También había un plato de barquillos recién salidos del horno y un puñado de hierbas olorosas que quemaban sobre la mesa. Pero el hombre parecía ajeno a cualquier signo navideño."
Coia Valls, nos traslada en esta segunda novela a la Barcelona del siglo XIV, una Barcelona dura pero apasionante. De la mano de Jaume Miravall, de su familia y de un amplio elenco de personajes que les acompañan, conoceremos la Edad Media en una ciudad que se está construyendo.

En el siglo XIV, Barcelona es una ciudad llena de oportunidades, el centro comercial de la Corona de Aragón, capaz de ilusionar a aquellos que llegan para instalarse. Jaume Miravall, un hombre hábil y carismático, arriba a la ciudad procedente de Reus para convertirse en mercader y cruzar los mares en busca de nuevos mercados, aventuras y conocimientos. Jaume, su mujer Elvira y su hermana Margarida, así como muy pronto sus hijos Alèxia, Narcís y Abelard e incluso su amante, la aristócrata Blanca de Clarà, encontrarán que Barcelona también es un lugar donde la miseria, la traición, la maldad y la muerte forman parte indisoluble del paisaje. Siendo Barcelona el gran escenario de El mercader, pero también Valencia, Tortosa, Reus, Sitges o las exóticas Cefalú y Alejandría, esta novela nos habla de las inmensas dosis de esfuerzo y esperanza que necesitamos para conseguir nuestros sueños, de cómo nos levantamos para continuar caminando incluso cuando todo parece perdido.

La novela está divida en tres partes. La primera parte se centra en los acontecimientos de la vida de Jaume y su familia entre 1320 y 1326. Esta es quizá, y a mi entender, la parte menos lograda. Todo pasa demasiado rápido y esa precipitación no da tiempo a que el lector se vincule realmente con los personajes. Hay acción, hay toma de decisiones, importantes decisiones, pero no acaba de quedar claro el porqué de ellas. Entiendo que deber ser entendida esta primera parte como el ruido de fondo a partir del cual se construye la verdadera historia

La segunda parte, sin embargo, tiene un lenguaje más descriptivo y aunque la acción sigue dominando la trama, hay reflexiones y unos tempos que permiten ir haciéndose con los personajes: sus cuitas, su sentimientos, sus pesares y ambiciones,.... En mi opinión es la mejor de las tres partes, y en donde el lector queda realmente atrapado en la historia. La tercera y última parte, por otro lado, sigue cautivando hasta el final el interés del lector, sin posibilidad ya de abandonar la lectura. 
Coia Valls

Podía entenderse quizá que el mercader Jaume Miravall es el personaje principal de la novela, pero la cosa no es tan simple. Realmente El mercader es una historia coral en la que Miravall y su familia son la excusa y el pretexto para recrear una época, un lugar y un espíritu, el espíritu del hombre emprendedor, del hombre que cierra la Edad Media para abrir las puertas al Renacimiento.   

Nada falta en esta novela: aventuras, secretos familiares, intrigas, triángulo amoroso, luchas por el comercio en el mediterráneo, amistad, viajes, amores imposibles, abordaje de piratas,... y los temores del hombre del medievo. La religiosidad, la superstición, los temores al infierno, al pecado, nublaban el entendimiento y la vida de los hombres y mujeres de esa época. Y ese miedo, y en nombre de esa fe, se quemaban mujeres acusadas de brujería, se asaltaban las viviendas y comercios de los judíos,... al mismo tiempo que se construía la iglesia de Santa María del Mar.
Iglesia de Santa María
del Mar

Pero esas y otras atrocidades, el embrutecimiento de parte de la población, la violencia en la que Barcelona se veía envuelta venía propiciada por la miseria, el hambre más absoluta, derivada de la falta de grano, escasez acrecentada por las desigualdades y la avaricia. Las descripciones y las imágenes que de esa miseria y de la peste de 1348 aparecen en la novela se quedan fijas en la memoria, impregnadas de texturas y olores.

El mercader me ha parecido una buena novela histórica, muy recomendable, como una figura geométrica de varias caras que se te van descubriendo poco a poco. Y con un personaje que destacaría entre todos, Alèxia, la rebelde hija de Jaume, una mujer que podría dar continuación a esta saga familiar.   

Creo que la autora estará en la firma de libros del Sant Jordi en Barcelona. Si estáis por ahí, ya sabéis...

Marcapáginas 99