La semana pasada, coincidiendo con el 8 de marzo, Día de la Mujer, releí el ensayo "A Room Of One’s Own" ("Una Habitación Propia"), la gran obra de Virginia Woolf sobre la condición femenina y la alineación de la mujer en la sociedad. Ochenta años después sigue estando esencial y desgraciadamente vigente. Quisiera recordar hoy brevemente su figura humana y artística en esta breve reseña.
Adeline Virginia Stephen, mejor conocida como Virginia Woolf, nació en Londres en 1882. Hija de Leslie Stephen, tenía tres hermanos, Toby, Vanessa y Adrian, y un hermanastro llamado George Duckworth, quien abusaría sexualmente de ella provocándole diversas crisis nerviosas.
Tras la muerte por cáncer de su padre, en 1904, y un intento de suicidio por ingestión de somníferos, se estableció con su hermana Vanessa y sus dos hermanos en el barrio londinense de Bloomsbury, que se convirtió en centro de reunión para intelectuales de la talla del escritor E. M. Forster, el economista J. M. Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y que se conoció como el grupo o círculo de Bloomsbury.
En 1912, cuando tenía treinta años, se casó con Leonard Woolf, economista y miembro también del grupo de Bloomsbury, con quien fundaría en 1917 la celebre editorial Hogarth Press.
Durante su vida, sufrió una enfermedad mental hoy conocida como Trastorno Bipolar de la Personalidad, que la llevó a suicidarse el 28 de marzo de 1941, lanzándose al río Ouse con varios montones de piedras en los bolsillos. Había desaparecido de su casa el día antes.
Su primeras novelas, "The Voyage Out" y "Night and Day", donde ya empieza a romper los moldes narrativos de la literatura novelística anterior, merecieron poca consideración por parte de la critica. Solamente tras la publicación de "Mrs Dalloway" y "To The Lighthouse" los críticos comenzaron a elogiar su originalidad literaria. "The Waves", "Orlando" y "The years" la consagraron definitivamente. Casi ochenta años después su figura poética no ha disminuido lo mas mínimo; es más, ha adquirido las proporciones de un mito.
La contribución de Virginia Woolf al feminismo y al debate sobre el papel de la mujer en la historia se reduce a dos obras: la ya mencionada "A Room Of One’s Own" y "Three Guineas". ¿Qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Su respuesta en "A Room of One’s Own": todo cuanto las mujeres necesitaban para escribir novelas era solamente una cosa, independencia económica y personal, esto es, una habitación propia.
He escogido este párrafo en el que se hace patente la impotencia y la rabia de Virginia Woolf ante la dificultad de rastrear en la historia los méritos intelectuales y artísticos de las mujeres.
"No podía coger un mapa y decir que Colón había descubierto América y que Colón era una mujer; o tomar una manzana y decir que Newton había descubierto las leyes de la gravitación y que Newton era una mujer; o mirar al cielo y decir que pasaban unos aviones y que los aviones habían sido inventados por una mujer. No hay ninguna marca en la pared que mida la altura exacta de las mujeres. No hay medida con yardas limpiamente divididas en pulgadas que permitan medir las cualidades de una buena madre o la devoción de una hija, la fidelidad de una hermana o la eficiencia de una ama de casa."
A Room Of One's Own, 1929