jueves, 31 de diciembre de 2015

¡¡Feliz 2016!!

 
En horas comienza ya el Nuevo Año y con este árbol-abecedario quisiera expresaros mis mejores deseos para tod@s y cada un@ de vosotr@s...
  
   

 Abrazos
Bicos * Curiosidad
Deseo * Esperanza
Felicidad * Gente a la que querer 
Humor * Inspiración * Justicia
Kilos y kilos de cariño * Lealtad * Mimos
Naturaleza * una  Ñoñería de vez en cuando 
Obstáculos que superar * Paz * alguna que otra Quijotada
Resistencia * Sensibilidad * Tesón * Un amor... o dos
Vida que disfrutar * Waffles para endulzar los días amargos
Xenio, que decimos en gallego
Y...
Zapatos fuertes y resistentes para recorrer el largo camino


¡ ¡ ¡ ¡ F E L I Z  2 0 1 6 ! ! ! 
 
 

miércoles, 30 de diciembre de 2015

'Marriage', de Susan Ferrier


Susan Edmonstone Ferrier es nuestra protagonista de hoy. Esta autora, llamada por algunos la Jane Austen escocesa, se haya tristemente relegada al olvido actualmente, sin apenas referencias en los cánones literarios imperantes. Quizá la causa se halle en las buenas escritoras de la época- la propia Jane Austen, Maria Edgeworth o Frances Burney, por ejemplo- que le hacen algo de sombra. Pero hay probablemente otras razones para ello. Una de ellas podría ser su exigua producción literaria, apenas tres novelasMarriageThe Inheritance y Destiny, las tres publicadas originalmente de forma anónima- uno de sus mayores deseos fue siempre mantener cierto secretismo sobre su creación literaria- y que hoy son consideradas una trilogía en torno a la nación escocesa, la historia y la evolución de la conciencia femenina y el papel de la mujer.   
 
Susan Ferrier nació en Edimburgo el 7 de septiembre de 1782. Fue la más joven de los diez hijos del matrimonio formado por James Ferrier y  Helen Coutts. Educada de modo privado, en casa, siempre vivió en su ciudad natal. Tras el fallecimiento de su madre- apenas contaba quince años- y los posteriores matrimonios de sus hermanos mayores, se quedó a cargo del cuidado de su padre y de la casa familiar. Falleció  el 5 noviembre de 1854 en la misma ciudad que la vio nacer. Nunca se casó
 
Marriage, su primera novela, publicada en 1818 y a decir de los expertos la más divertida (a mí así me lo ha parecido y mucho) aunque no la mejor construida desde un punto de vista narrativo (evidentemente tiene sus pequeños deficiencias como veremos), se gestó como mera diversión entre amigas. Miss Clavering y ella planeaban, así queda recogido en su correspondencia, escribir una historia a cuatro manos. Decía la joven Susan en una de us misivas, "I do not recollect ever to have seen the sudden transition of a high-bred English beauty, who thinks she can sacrifice all for love, to an uncomfortable solitary highland dwelling among tall red-haired sisters and grim-faced aunts. Don't you think this would make a good opening of the piece? Suppose each of us try our hands on it."   
 
Marriage comienza exactamente así, con Lady Juliana, joven belleza de Londres, escapando del matrimonio que su padre, con sus arcas menguadas, quiere concertar con el Duque de L. Toda la simpatía del lector se vuelca con esta heroína que desea casarse por amor desoyendo las palabras de su padre"There's no talking to a young woman now about marriage, but she is all in blaze about hearts, and darts, and -and- But hark ye, child. I'll suffer no daughter of mine to play the fool with her heart, indeed! She shall marry for the purpose for which matrimony was ordained amongst people of birth- that is, for the aggrandisemente of her family, the extending of their political influence- for becoming, in short, the depository of their mutual interest. These are the only purposes for which persons of rank ever think of marriage. And pray, what has your heart to say to that?" Huye con su amor, Henry Douglas, y poco después de la boda deciden buscar refugio y sustento en la casa familiar de él, en Glenfern, ya que su rico padre adoptivo le ha desheredado. Ya tenemos pues a la belleza de alta sociedad en un pequeño pueblo escocés, solitario y con numerosos y peculiares parientes a su alrededor. Habrá que ver si lo del amor en la pobreza y en la riqueza era verdad... Explora la autora en esta primera parte el contraste entre las costumbres y modos de la gente de la ciudad- inglesa además- y las del campo- escocés no olvidemos- con suma gracia. La abundancia de situaciones cómicas y los magníficos personajes que Ferrier crea en las figuras de las hermanas de Douglas y las tres ancianas tías solteras- Miss Jacky, Miss Grizzy y Miss Nicky- así como el personaje de Lady Maclaughlan son de  lo mejor de la novela.  


Pero la simpatía inicial del lector hacia Lady Juliana desaparece con su actitud y principalmente al dar a luz a un par de gemelas, Adelaide y Mary, de las que se desentiende. A su regreso a Londres deja a la más débil a cargo de un hermano de Herny y de su esposa y de las tres tías ancianas. Mary se cría feliz en un ambiente apacible, llena de virtudes morales. Ella es ahora la heroína de la historia aunque por momentos pueda parecer demasiado perfecta. Su prima Emily, con su carácter impetuoso resulta más atractiva y equilibra con su chispa la apocada, obediente y sumisa personalidad de Mary. Por su parte, Adelaide se cría en Londres con su madre, que reproduce en su propia hija los mismos errores de educación cometidos con ella convirtiéndola, como en un espejo, en una joven vanidosa, caprichosa y frívola. Al alcanzar la edad casadera Mary se traslada a Londres para reencontrarse con su madre y su hermana y vuelve a explorarse entonces, como ya comentábamos en la reseña de A Simple Story de Elizabeth Inchbald, el tema de "a proper education" para una mujer, muy recurrente en la época, a través del contraste entre una hija y la otra, entre un modo y otro de educar a una joven.

Hay final feliz en la historia, hay matrimonios y hay en las páginas de Marriage una historia muy entretenida. Si acaso, y como razón añadida para este pseudo-abandono en que se haya esta autora, se podría mencionar la frecuencia de juicios directos de la narradora faltos de tolerancia y empatía hacia sus propios personajes y la imperfecta construcción que mencionábamos al principio con el abrupto cambio de escenario y el abandono de personajes que parecía tendrían una mayor presencia en toda la novela. Son estos, de todos modos, aspectos insignificantes e insuficientes para desdeñar la novela y no animarse a dedicar unas horas a su disfrute. Porque el disfrute está garantizado. The Inheritance, su segunda novela, será mi próxima destino Ferrier. Pero eso ya será en el 2016...   
 

martes, 29 de diciembre de 2015

'A Simple Story', de Elizabeth Inchbald

A Simple Story fue publicada en 1791, y recibió muy buenas críticas- la escritora Maria Edgeworth llegó a escribir una carta muy elogiosa-  dando a la autora un prestigio que hasta la fecha no había disfrutado. Sí gozaba de popularidad gracias a sus obras teatrales, pero no contaba con el respaldo de la crítica. Elizabeth Inchbald (1753–1821), de soltera Simpson, fue dramaturga, novelista y actriz, una mujer que, habiendo enviudado joven, supo seguir ganándose la vida con sus dotes artísticas y literarias. Como ya nos dice en el prefacio de A Simple Story, "The Muses, I trust, will pardon me, that to them I do not feel myself obliged- for, in justice to their heavenly inspirations, I believe they have never yet favoured me with one visitation; but sent in their disguise NECESSITY, who, being the mother of Invention, gave me all mine- while FORTUNE kindly smiled, and was accesary to the cheat." 
A Simple Story, de Elizabeth Inchbald, no puede ser considerada una historia simple se ponga la autora como se ponga.  Dividida en cuatro volúmenes originalmente- en total cerca de 350 páginas en mi edición de Oxford World's Classics- la historia de Dorriforth y Miss Milner, y posteriormente la de Matilda, la hija de ambos, se abre a diferentes interpretaciones que la alejan de la simplicidad del título.
Cuando Mr. Milner fallece, deja a su hija de apenas dieciocho años bajo la custodia de Dorriforth, joven sacerdote católico. La joven, atractiva y coqueta Miss Milner- nunca llegaremos a conocer su verdadero nombre- se siente atraída casi desde el primer momento por su custodio,“I love him with all the passion of a mistress, and with all the tenderness of a wife” (Volumen I, capítulo XV), pero esa admiración no se ve correspondida. Dorriforth, hombre prudente, austero y reservado, no acaba de ver con agrado la vanidad de la pizpireta Miss Milner, ni su desenvoltura y decidido carácter. La insistente devoción de ella y el fallecimiento del padre de él- esto le obliga a dejar atrás los votos y hacerse cargo de la herencia que le convierte ahora en  Lord Elmwood- estos dos elementos, decía, pueden acabar por dar sus resultados y romper las barreras que Dorriforth había levantado... Como no quisiera de ningún modo privar al lector del placer del propio descubrimiento, no voy a contar más que apenas este comienzo. Quedan por delante varios pretendientes, una hija, un secuestro, una infidelidad y una buena historia.   
El objetivo de Elizabeth Inchbald en esta narración es la exploración del concepto de lo que ha de ser "a proper education" para una mujer. Y es aquí en donde las diferentes perspectivas pueden dar paso a uno u otro análisis. Mi punto de vista se mueve en el terreno de la contradicción, la misma que muestra a mi entender la autora. Mientras que en la primera parte (volúmenes I y II), centrada en la relación de Miss Milner y Dorriforth, se nos presenta un ejemplo de mujer independiente, con iniciativa, que toma sus propias decisiones y comete sus propios errores, que desdeña los convencionalismos (enamorándose, por ejemplo, de Dorriforth, un sacerdote católico, siendo ella además protestante), la segunda parte (volúmenes III y IV), centrada principalmente y entre otros asuntos en la relación, tensa y distante, entre Dorriforth y su hija Matilda, se nos presenta a una mujer sumisa, que delega en los demás- siempre figuras  masculinas- la toma de decisiones, pasiva y de ideas conservadoras en torno al matrimonio. ¿Cuál de las dos es la que recibe esa "PROPER EDUCATION", la una o la otra? Tengo para mí que la autora toma partido por la primera opción pero, y de ahí la contradicción que mencionaba, se desdice o se ve en la obligación de dar un paso atrás, de moderar de algún modo ese planteamiento progresista para concluir de un modo, dicho en lenguaje actual, políticamente correcto. Sea como sea, creo que lo mejor sería que sea el propio lector haga su lectura personal tras el disfrute de la novela.
Por último y para concluir esta breve reseña, tan solo quisiera manifestar de nuevo mi escepticismo ante los sesudos criterios editoriales que deciden la publicación de unos títulos al tiempo que descartan otros de quizá mayor calidad y valor literario. ¿Cómo puede no estar A Simple Story traducido al castellano? Quizá alguno de vosotros tenga la respuesta...

domingo, 27 de diciembre de 2015

Cuatro autorregalos muy vintage


Si es lo que digo yo, que no hay como autorregalarse para evitar chascos y decepciones varias... No, en serio, estos cuatro libros que os enseño hoy toda son un capricho. Desde que topé con ellos en Project Gutenberg, vi sus preciosas ilustraciones y los leí sabía que acabaría tarde o temprano por traérmelos a casa. Y así ha sido, y bien rápido. Aquí están ya. He disfrutado mucho con las bonitas historias que albergan entre sus páginas- ya os he hablado de ellas en las correspondientes reseñas- pero tenerlos en papel, y en viejas ediciones además, para mí, que soy una romántica y una sentimental para estos asuntos, es otra cosa. De hecho, los volveré a leer ahora como debe ser, en papel y en edición de la época. Quizá a algunos os sea un poco difícil entender este fetichismo mío, lo sé, pero de seguro alguno habrá que coincidirá conmigo en esta pasión.
 
Pero no le demos vueltas. Os los enseño, ¿sí?...
 
 
- A Cathedral coursthip, de Kate Douglas Wiggin (podéis leer la reseña AQUÍ) ha llegado con su portada verde y con dorados un poquillo deslucida, pero poca cosa. El interior, con sus encantadoras ilustraciones de Charles E. Brock, se ve precioso. Es una edición de Gay and Bird de 1901... 



 


 


 

 
- El ejemplar de The day of the dog, de George Barr McCutcheon (la reseña, AQUÍ), de Dodd Mead & Company de 1904, es una maravilla como veis. Los decorados de las páginas, de Margaret y Helen Maitland Armstrong, están en blanco y negro pero las ilustraciones, de Harrison Fisher, son a todo color. Tiene además el encanto añadido de incluir una dedicatoria fechada en diciembre de 1914; reza así "'Every dog has its day' is a maxim that does not apply to the blaze of war" ("'Cada perro tiene su día' es una máxima que no tiene validez en el infierno de la guerra"). La Gran Guerra había estallado cinco meses antes... 














- Wanted- A Matchmaker, de Paul Leicester Ford (la reseña AQUÍ)  es bonito bonito se mire por donde se mire con esos verdes tan atractivos de los dibujos de Margaret Armstrong y la ilustraciones en blanco y negro de Howard Chandler Christy. Es esta una edición de Dodd Mead & Company de 1900...
 








- Wanted- A Chaperon, de Paul Leicester Ford (la reseña AQUÍ) es el que tiene la portada en mejor estado de los cuatro, perfecta, y muy cuidado también el interior, en donde no faltan las bonitas ilustraciones de Howard Chandler Christy (protegidas como veis), las decoraciones de Margaret Armstrong y la dedicatoria del que, entiendo, debió ser su primer dueño pues está fechada en 1903 y el libro se había publicado tan solo el año anterior. Es una primera edición de 1902 de Dodd Mead & Company...


 

 





Y hasta aquí ha llegado el recorrido por estas cuatro joyitas vintage que en nada van a ocupar su sitio en las estanterías. Y ese sí que va a ser, creedme, todo un problema; pero un huequecito se encontrará en alguna parte (Malo será, que decimos por aquí). Por ahora las tengo muy a mano para hojearlas una y otra vez en cualquier momento, releerlas y volver a disfrutar de sus amables y amenas historias. Decir que estoy contenta sería, ya os imagináis, quedarme corta, muy corta.
 
Un saludo. Nos leemos...



 

sábado, 26 de diciembre de 2015

Reto 'Wharton & James'

Esta que os traigo hoy es mi penúltima propuesta de reto para el 2016, o eso creo... He juntado en esta ocasión a dos autores americanos pero muy europeizados, coetáneos, amigos y con mucho en común, sobre todo su buen hacer en el dominio del lenguaje y en su aguda introspección psicológica. Son, aquí los tenéis, Edith Wharton y Henry James.
Ya empecé hace un año con mi objetivo de (re)leer y reseñar toda la narrativa breve de Wharton y a James  es también otro de mis objetivos y creo que bien merece un homenaje al celebrarse en 2016 el centenario de su fallecimiento (28 de febrero de 1916). Así que con ellos vamos... Fueron  los dos escritores muy prolíficos y hay, por tanto, mucho y bueno entre lo que escoger. Mi selección final, novellas y relatos la mayoría, es la que sigue,
               
                             Henry James   /   Edith Wharton

Febrero -   Los matrimonios y Louisa Pallant / El hijo de la señora Glenn
Abril -   La vida privada   /   El diagnóstico
Mayo -   Washington Square   /   La solterona
Junio -   El alumno   /   The Choice
Julio -   Historia de un año   /   Almas vencidas 
Agosto -   Las razones de Georgina   /   Ethan Frome 
Septiembre -   La figura del alfombra   /   La carta
Octubre -   La vuelta de tuerca   /   El día del entierro
Noviembre -   Pandora   /   Las hermanas Brunner
Diciembre -   En la jaula   /   The long run

Al acabar el año mi objetivo es haber reseñado todos estos títulos de ambos autores. Los que están en azulón y subrayados son los que ya están reseñados en el blog así que son seis menos. Los otros son los que forman mi reto. Los he puesto por meses, como veis, porque es más fácil organizarse a lo largo del año y tenerlo todo algo controladillo.

Si os queréis apuntar y acompañarme, no tenéis por qué leerlos todos, tan solo los que queráis. En el grupo de Facebook Los libros de Carmen y amig@s y a través de Twitter con el hashtag #leyendo aWyJ se irán colgando las reseñas y podremos ir comentando cada mes las lecturas correspondientes a ese mes entre aquell@s que las hayamos leído. Por supuesto, aunque yo sí lo haré, no es necesario/obligatorio hacer reseñas, solo leer el libro/s y comentar si apetece y se puede. Lo de hacer o no las reseñas es a gusto del consumidor. 

Si estáis interesados en participar (con uno de estos títulos, dos o los que sean) os podéis apuntar desde ahora mismo dejándome un tuit con el hashtag #leyendoaWyJ y enlazándome, o a través de mis cuentas de Facebook o de Google+. Yo iré incluyéndoos en esta entrada a medida que me vayáis diciendo.

Creo que no me queda nada por deciros, tan solo que el plazo para apuntaros comienza ahora mismo y acaba el 15 de enero. Un plazo más que razonable para pensárselo y decidirse, ¿no creéis? Pues eso. Yo, como siempre, encantada de compartir lecturas con vosotr@s....   
Ah, sí, otra cosa... Que se agradece mucho la difusión. Gracias,

PARTICIPANTES

- Sara Mañero
- Teresa, del blog Leyendo en el bus
- Taly, del blog Al principio fue el verbo
- Margarita, del blog Desde mi sillón
- Lidia, del blog Juntando más letras
- Laura, del blog Loca por incordiar
- Pilar, del blog El pez que se muerde la cola
- Emma, del blog Loca por leer
- Silvia
- Lourdes, del blog El despertar de un libro
- Luz Tarquino
- Susy Rodríguez, del blog Susina's dream
- José María, del blog Librosquevoyleyendo
- Carmen, del blog Carmen y amig@s
      

jueves, 24 de diciembre de 2015

¡¡Felicidad!!

     Hoy 24 de diciembre no me paso a dejaros mis impresiones sobre tal o cual lectura, a comentaros de este o aquel autor; hoy vengo a desearos de corazón mucha felicidad. Felicidad para tod@s l@s que me visitáis de vez en cuando o de modo asiduo, dedicando a este espacio un poco de vuestro preciado tiempo. Felicidad, mucha paz y felicidad a tod@s l@s que ahora estáis leyendo esta pequeña, sencilla y sincera felicitación. A tod@s vosotr@s...



miércoles, 23 de diciembre de 2015

Reto Bicentenario 'Emma': Recopilatorio

 
Hoy, 23 de diciembre, cerramos el día con esta publicación, un recopilatorio con aquellas entradas que finalmente han participado en el Reto Bicentenario de Emma planteado en el blog allá a principios de este año. El hecho de que se publique precisamente hoy no es casual: un 23 de diciembre, pero de 1815, se publicada esta novela, Emma, la cuarta de Jane Austen.
 
Ni que decir tiene que quedo muy agradecida por la participación. Y no me refiero tanto al número total de entradas sino a la calidad de las mismas y que podréis ir leyendo una por una en este recopilatorio.
 
Entre todas las entradas participaciones hemos completado, en la medida de lo posible, una visión de Emma variada, desde diversas perspectivas, que vuelven a dejar constancia, una vez más, de la admiración de los lectores y lectoras por la maestría de Jane Austen así como por el encanto imperecedero de sus obras.
 
Y, si os parece, vamos ya con ellas... 
 
Juan Carlos en su blog, El blog de Juan Carlos, hace un interesante estudio de las relaciones sociales que subyacen en la novela a través del análisis de algunos de los personajes que por ella pululan,
"La sociedad que se muestra en la novela se sustenta en unas clases sociales claramente separadas, algo común a cualquier país durante la época en que se sitúa el relato, pero mucho más –como, por otra parte, siempre ha sido allí- si ese país es la Gran Bretaña de la época de la Regencia."
Lidia en Juntando más letras, su bitácora literaria, nos deja una visión global y certera de la novela y sus personajes,
"Si la ambientación y el factor social son importantes en esta obra, no menos importante me parece el dibujo de caracteres. Creo que Austen logra hacernos ver a los personajes de manera magistral, sin grandes explicaciones ni descripciones físicas, sino dejando que hablen, que hagan, que se muestren... y que los demás cotilleen sobre ellos."
Raquel en su blog El baúl de los libros asombrosos, hace un magnífico repaso por la moda, usos y costumbres, historia,... en definitiva por el mundo de Emma, en una entrada muy atractiva y completa, 
"Otra de las diversiones de la época son las visitas. La visita es una convención social. Otro ritual más. Cuando una dama sale de visita, se queda en el carruaje hasta que su sirviente entrega la tarjeta de visita en la casa. Solo si la señora de la casa la invita se baja del carruaje. Las tarjetas de visita de las damas son mas grandes que las de los caballeros. Las tarjetas se colocan en una bandeja de plata en el portal de entrada. Con las tarjetas de visita se mantiene alejados a los aspirantes sociales y también se consigue que las visitas sean correspondidas."
Margari nos acerca en su blog, Mis lecturas y más cositas, sus impresiones sobre la novela y sobre la protagonista en particular. Ya se temía Jane Austen que Emma solo le iba a gustar a ella. Aunque finalmente parece que se le acaba tomando cariño,
"¿Por qué me ha caído mal Emma? Porque es una joven muy mimada, muy consentida y para nada humilde. No, la modestia no es una de sus virtudes. Y la importancia que le daba a las clases sociales a la hora de planificar un matrimonio... Este detalle me martirizaba. Pero al final terminas queriéndola."
Taly, de Al principio fue el verbo, también se unió a nuestro reto y reconoce haber disfrutado la lectura aunque, eso sí, con algún ligero inconveniente,
"Una vez terminado me doy cuenta de que me ha gustado pero reconozco (no me matéis) que hacia la mitad del libro se me hizo un poco largo. La historia apenas avanzaba y me daba la impresión de que nunca llegaría al final. Pese a ese pequeño problema personal  me ha gustado. He disfrutado con ciertos toques de ironía que hay en algunas escenas y que según tengo entendido proliferan en otras obras suyas como Orgullo y prejuicio."
Lourdes en El despertar de un libro afronta su primera lectura de Jane Austen con soltura y buen temple, y algo perpleja con el personaje del Sr. Woodhouse,  
"Sobre los personajes de la novela, estos están muy bien caracterizados y representan muy bien el estrato social de la Inglaterra rural del S. XIX. Hay algunos personajes que son casi caricaturas, como por ejemplo el padre de Emma.
El Sr. Woodhouse es el personaje que más me ha llamado la atención. Un hombre muy extraño, la verdad es que al lado de la inteligencia y de la desenvoltura de su hija parece un niño grande lleno de manías. Me ha parecido una visión ridícula de lo que se supone debe ser un cabeza de familia de la alta sociedad rural de la época."

Margarita nos ofrece en su blog, Desde mi sillón, un ameno y crítico recorrido por las distintas adaptaciones para la pequeña y gran pantalla que de la historia se han hecho. Y no se le escapa ni una. Pero ella tiene claro cuál sería su versión perfecta,
"En resumen, todas las versiones tienen aciertos y errores. Mi versión ideal sería una que como base tendría a la adaptación cinematográfica de 1996 convertida en, por lo menos, una mini-serie. Cambiaría a Mr Woodhouse por el de Michael Gambon y a Frank Churchill por el Rupert Evans. Con eso ya se acercaría a una versión ideal."
Tizire en El lado frío de mi almohada analiza los dos personajes principales y manifiesta su predilección por la parte más cómica de la historia. Por cierto, mil gracias, Tizire, por ese Carmen es una enviada de Jane Austen en la Tierra. Como ya te imaginas, piropazo tan bonito no voy a poder olvidarlo fácilmente...  
"'Emma' es un libro muy agradable de leer: el vocabulario es diáfano y no tendremos demasiados problemas para acercarnos al periodo de la Regencia en el que se desarrolla, menos aún si encontramos una versión anotada que nos explique algunos términos o costumbres que se nos puedan pasar por alto. El nivel de comedia en este libro es mucho mayor que en otras obras de Austen: el retrato de algunos personajes es hilarante, y sirve para relajar una trama que, en ocasiones se puede volver demasiado intensa."
Claudia,  del blog Entre letras: pluma y pergamino, parece que finalmente ha logrado reconciliarse con la protagonista en su bonita reseña,
"La crítica social está presente con gran sutileza y el leer entre líneas se convierte en un juego en sí mismo, una experiencia muy divertida. A partir de la segunda mitad del libro, me atrevería a decir, Emma se va despojando de sus capas exteriores, logramos atisbar lo que en verdad siente, esos miedos que incluso ella desconoce y, gracias al adorable Mr. Knightley y a la vida misma, vemos cómo ella recibe una o dos lecciones que le ayudan a convertirse del todo en la buena chica que en el fondo siempre fue."
Y finalmente yo, Carmen, de Carmen y amig@s, me he centrado en una visión un tanto queer de la novela haciéndome eco de un enfoque que analiza la historia y a su protagonista desde una perspectiva homosexual. 
"La posibilidad de una visión homosexual se baraja desde el momento en que la autora permanece soltera y, por tanto, no ha podido refrendar su condición  heterosexual. Es este el punto de arranque un tanto prejuicioso de este planteamiento que, por otra parte, debe ser tenido en cuenta y valorado en la misma medida que otros bien diferentes y que no debe permanecer oculto ni encubierto con la intención, lícita pero errada, de desear proteger la imagen pura y asexuada de nuestra querida Jane."
-o-0-o- 
 
Y hasta aquí ha llegado nuestra Reto de Emma. Espero que no sea esta la última vez que nos reunimos en torno a Jane Austen...  Sin ir más lejos, en 2018 se cumplirá el bicentenario de la publicación de sus dos novelas póstumas: Northanger Abbey y Persuasión (esta última mi favorita). Si seguimos por aquí, algo habrá que hacer al respecto, ¿no creéis?... 
 
 

lunes, 21 de diciembre de 2015

'Frankenstein, o el moderno Prometeo', de Mary Shelley


Me pongo con la reseña de Frankenstein, o el moderno Prometeo, de Mary Shelley, pero ¿por dónde empiezo? Hay tanto que decir, tanto de qué hablar sobre esta obra maestra que ya forma parte del imaginario colectivo...

Porque al parecer todos sabemos, o creemos saber, de esta historia. Pero esa popularización le ha llevado a perder en parte su esencia. Son muchos los que hablan de Frankenstein refiriéndose al monstruo, o circunscriben la historia al género de terror, simplificando lo complejo. La novela de Mary Shelley es mucho más que eso, que la simple historia de un horrible monstruo que asusta y atemoriza. Y ya el título nos da ciertas pistas en este sentido.

Y es que el título, Frankenstein, o el moderno Prometeo, establece una evidente y manifiesta comparación entre Víctor Frankenstein, el padre de la criatura, y el inmortal y mitológico Titán Prometeo de la Antigua Grecia. Prometeo, recordemos, había despertado la ira del dios Zeus al robar en el monte Olimpo, para dárselo a los humanos, el fuego del que el propio dios les había privado. Su castigo a tamaña osadía fue ser encadenado a una roca y que su hígado fuese picoteado por un águila cada día para ser regenerado posteriormente cada noche en una tortura sin fin. Fue liberado, sin embargo, de esta condena por Heracles, según unas fuentes, o Hefesto, según otras.  Pero este mismo Prometeo es en otras mitologías considerado el creador de los hombres al modelarlos de barro. La similitud con Frankenstein, como creador o valedor de los humanos, se hace patente. Pero no fue Mary la única que se sentía atraída en ese tiempo por este mito. En el momento en el que empieza a escribir su novela, junio de 1818, su marido Percy Shelley estaba componiendo su drama lírico Prometeo desencadenado y apenas dos años antes Byron había publicado su poema Prometeo. La idea del resurgimiento de un ser humano nuevo en una sociedad de espíritus libres- sin ataduras, prejuicios y constreñimientos religiosos y morales- era un tema recurrente en el período Romántico. 

Víctor Frankenstein es, por lo tanto, desde el mismo inicio el protagonista del libro. Y no es, sin embargo, su voz la que inicia ni la que subyace en el relato. El narrador principal es el capitán Robert Walton a través de las misivas que dirige a su hermana, única receptora de las mismas. Es él el que nos relata su encuentro con Víctor Frankenstein al que recoge en su barco, medio moribundo, en su expedición al Polo Norte. Y es también él, Walton, el que nos narra la historia que Víctor Frankenstein le cuenta sobre sí mismo y su desdicha; y es ese mismo capitán el que nos cuenta la historia que le narra Frankenstein sobre lo que la propia criatura le contó en relación a su vida desde la huida del laboratorio. Todo sin excepción nos llega a través del relato del capitán a su hermana en esta estructura narrativa de círculos concéntricos: Walton-Frankenstein-monstruo-Frankenstein-Walton.

Es por esto que se hace necesario pararse un poco a desvelar la personalidad de este personaje. El capitán se nos muestra un hombre solitario, con cierto grado de narcisismo, ambicioso en el terreno profesional y con ansias de fama y reconocimiento. Y estas características, ¿no recuerdan acaso a otro personaje? Sin duda, al propio Víctor Frankenstein. La conexión, casi identificación, entre ellos es evidente desde el primer momento; el capitán reconoce en Víctor a su igual y es, por tanto, un buen receptor de la historia que Frankenstein tiene que contar. El mejor.

Y los personajes de la historia que el capitán va narrando a su hermana carta a carta no son otros que Frankenstein y la criatura, su obra. Secundarios hay algunos, pocos: el padre de Víctor, su hermano William, Elizabeth, su buen amigo Henry Clerval, los de Lacey y la pobra sirviente Justine. Todos ellos son de modo más o menos directo víctimas ¿del monstruo? ¿De qué monstruo? ¿De Víctor o de su criatura?

Víctor es el científico-alquimista que juega a ser dios; que quiere, sintiéndose un ser superior, crear otro que lo tengo por su dueño y señor; que una vez visto el resultado se desentiende totalmente de él, lo abandona a su suerte, sin siquiera cumplir su promesa para paliar la terrible soledad de su criatura. Víctor se manifiesta como un ser egocéntrico, irresponsable, falso, vanidoso e inconsciente en cada uno de su actos. La criatura, por otra parte, es terrorífica físicamente y se siente lleno de un odio y un deseo de venganza que no llega a poder reprimir pero es un ser que siente casi como un humano; que forja su aprendizaje de la vida a través de las lecturas que hasta él llegan accidentalmente- pero no es casual que Shelley las haya seleccionado- de Plutarco, Milton y Goethe; que solo desea vivir apaciblemente y formar una familia a la imagen de la de los de Lacey, sintiendo la cercanía de otro ser junto a él. ¿Quién osaría negarle tal deseo? Víctor se lo niega. ¿Cuál es el monstruo pues? La criatura tan solo es un ser diferente, que solo por el hecho de serlo es injustamente rechazado y aborrecido. Solo un poco de empatía, de comprensión hubiesen cambiado las cosas. Pero la hostilidad del mundo que le rodea lo hace imposible.

Las interpretaciones que la novela de Mary Shelley ha tenido a lo largo de los años desde su publicación en 1819 han sido muchas y muy variadas. La monstruosidad de la criatura ha sido interpretada a la luz de los acontecimientos políticos y sociales de formas diversas: la revolución francesa, el racismo y la esclavitud, la ambición victoriana de la expansión imperialista, la persecución de los irlandeses por parte del gobierno británico, la usurpación del rol femenino de la maternidad, la experimentación científica,... Cada uno ve el monstruo en relación a aquello hacia lo que es más sensible y en cada uno de su propios miedos y temores. Por ello sigue vivo. Quizá siga recorriendo en su trineo, solo y abatido, las frías nieves donde fue avistado por última vez "lost in darkness and distance". Mientras que su creador ha muerto, él, la criatura, es inmortal.



sábado, 19 de diciembre de 2015

'Alicia en el país de las maravillas', de Lewis Carroll

 
Alicia en el país de las maravillas, este es el libro que os traigo hoy hasta aquí. Y no, no es una relectura como quizá pudieseis pensar. Es la primera vez que afronto esta historia. A decir verdad, nunca me había atraído la mencionada Alicia y sus aventuras pero el reto que nos propuso Lourdes me animó a darle esta oportunidad que hasta ahora le había negado. 
 
La primera sorpresa de la lectura llega bien rápido con el comienzo un tanto abrupto de la historia, que se desarrolla a continuación con rapidez e ingenio, con mucho juego del absurdo y algunas risas. La segunda sorpresa, y muy grata en este caso, es la protagonista a la que en mi imaginación habría creado ñoña y timorata, y a la que he encontrado atrevida, vivaz y con carácter.
 
El cuento se lee con facilidad y una sonrisa permanente en el rostro y, a decir verdad, ha cumplido las expectativas. Pero podría haber disfrutado más quizá de ese mundo al revés, de esos locos no tan locos o menos locos que lo no-cuerdos del mundo real, pero la culpa no ha de achacarse al cuento sino al hecho de que he llegado a él demasiado tarde y a que soy una lectora adulta entre cuyas preferencias no se hayan precisamente los libros en los que el absurdo, aunque cargado de cierta lógica, juega demasiada partida.  Reconociendo la riqueza imaginativa de esta historia surrealista y delirante no logro verla con la devoción de otros lectores. No quiero con ello decir que no tenga sus méritos sino expresar mi incapacidad como lectora para apreciarlos de un modo apasionado.   
 
No me arrepiento, sin embargo, de haberlo leído ni mucho menos. Ha sido una lectura agradable y entretenida, aunque no una maravilla, y ha despertado mi curiosidad y me ha dado la excusa perfecta para indagar un poco más en la vida de Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll era un apodo) y repensar mi idea de él
 
De todos es bien conocida su pasión por las niñas- cientos de fotografías tomadas por él y sus propias declaraciones ("I am fond of children (except boys)" así lo confirman-  y sabida es también su obsesión por Alicia Liddell- la niña inspiradora de la Alicia del cuento-. Muchas acusaciones han recaído sobre el autor de Alicia en el país de las maravillas en relación a la sospecha de que sus sentimientos por las niñas iban algo más allá de una inocente y paternal ternura. Creo que pocas dudas quedan al respecto. ¿Un pedófilo? Terrible palabra que asusta y estigmatiza. Muchos biógrafos y estudiosos de Lewis Carroll afirman que vivió en lucha permanente con ese sentimiento, con esa pasión, controlando y reprimiendo; que tuvo que sufrir ese sentimiento, inevitable para él, esos pensamientos impuros e inapropiados; que hubo de estar en lucha permanente consigo mismo; que no hizo mal a nadie; que es más objeto de lástima que de reprobación; que al sentir de ese modo solo sufrió y se hizo daño a sí mismo; que no importa demasiado lo que su corazón ("my sinful heart") le dictara sino lo que hizo con esa pasión.
 
 
Y en parte llevan razón si así fuese. Bien es verdad que, aunque en muchas de las fotografías las niñas están desnudas, no era esta una práctica del todo rara en la época victoriana. Lo que sí es particularmente llamativo es que estén posando en posturas un tanto inadecuadas. Otra evidencia que ha exacerbado recientemente la controversia y se suma a la polémica ha sido el hallazgo de la imagen firmada por L. Carroll de una adolescente Lorina Liddell, hermana mayor de Alicia, fotografiada frontal y completamente desnuda. Los estudiosos empiezan a establecer conexiones entre esta fotografía  y la abrupta ruptura de relaciones entre los Liddell y Carroll en junio de 1863. (Vídeo de la BBC, The Secret World of Lewis Carroll) Sea como fuere, nada es seguro ya que algunas de las hojas del diario de Carroll correspondientes a esas fechas fueron cortadas y no hay evidencias al respecto. Lo que sí hay es unanimidad en cuanto a la grandeza de una obra desbordante de imaginación como Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas.   
 
Y tan solo añadir para finalizar que he comprado para esta lectura conjunta la edición de Penguin Clásicos y que me ha encantado: portada, traducción, ilustraciones clásicas de John Tenniel, precio... Y además incluye el cuento original, Las aventura subterráneas de Alicia, que Carroll escribió e ilustró en 1864 para Alicia Liddell y una adaptación para niños de 0 a 5 años, Alicia para los pequeños, que el propio autor realizó en 1890.